El más reciente reporte en Turquía sitúa el número de muertes por encima de 8.500 en ese país.
En medio del desastre, las críticas crecen por la respuesta del gobierno turco ante las consecuencias de una serie de devastadores terremotos que afectaron al país y al vecino Siria el pasado lunes.
Tanto políticos opositores como afectados por los sismos señalan al gobierno turco por lo que perciben como una respuesta titubeante y una pobre preparación ante el desastre.
Mientras, la cifra de muertos por los terremotos se elevó a más de 11.200, según los últimos informes de este 8 de febrero.
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Gobierno turco y la respuesta a terremotos
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, declaró que hubo problemas con la respuesta inicial, pero que ahora los operativos se llevan a cabo normalmente.
«Inicialmente hubo problemas en los aeropuertos y las carreteras, pero hoy las cosas se están volviendo más fáciles y mañana serán más fáciles aún», declaró Erdogan.
«Hemos movilizado todos nuestros recursos», añadió. «El Estado está haciendo su trabajo».
Sin embargo, surgieron las críticas a las que Erdogan respondió: «Es imposible prepararse para un desastre de esta magnitud».
Los daños puntuales
El más reciente reporte en Turquía sitúa el número de muertes por encima de 8.500 en ese país.
Los daños en las carreteras hacen más difícil el desplazamiento de asistencia a las áreas rurales.
Los sobrevivientes han tenido que soportar las frías temperaturas sin refugio.
«Sobrevivimos al terremoto, pero aquí moriremos de hambre o frío», declaró una persona de 64 años en Antakya, en la provincia de Hatay.
La Medialuna Roja de Turquía señaló que está haciendo todo lo que puede, llevando comida, tiendas y mantas.
En algunas de las regiones más afectadas, las familias se quejaron de que la lentitud de los esfuerzos de rescate significa que no han recibido ayuda para retirar los escombros en busca de sus parientes.
Con información de la BBC