Andry Lara firmó por $1.25 millones en julio de 2019, pero no pudo lanzar para una filial de las Grandes Ligas durante casi dos años debido a la temporada perdida por la pandemia.
Progresó de forma constante durante sus dos primeras temporadas, en 2021 y 2022, pero dio un paso atrás en Clase A Superior Wilmington en 2023, ponchando solo a 66 en 98 1/3 entradas.
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Regresó a la Liga del Atlántico Sur para seis aperturas dominantes la temporada pasada y mantuvo su impulso en Doble A Harrisburg, terminando su etapa allí con una efectividad de 3.63, un WHIP de 1.19 y 93 ponches en 104 entradas.
Fue añadido al roster de 40 jugadores de los Nacionales en noviembre.
El viaje de Andry Lara a través de las ligas menores optimiza el fruto de un desarrollo cuidadoso y una inversión estratégica.
Ingresando al sistema a través de la agencia libre internacional a una edad temprana, avanzó rápidamente de la Liga Compleja de Florida a la Doble-A antes de cumplir 20 años.
Ahora, con 22 años y habiendo pasado solo tres temporadas progresando a través de las categorías, el ascenso de Lara ha sido nada menos que dramático.
Rendimiento consistente en cada nivel hacia las Grandes Ligas
Las mejoras estadísticas de Lara han reflejado su ascenso a través del sistema.
Al principio de su carrera, su ERA y métricas de rendimiento eran modestas, pero a medida que avanzó a la Doble-A y luego a la Triple-A, sus números mejoraron notablemente.
En la Doble-A, registró un ERA de 3.63 junto con excelentes cifras de control, con 93 ponches frente a 35 bases por bolas y un WHIP notablemente bajo de 1.192. Su capacidad para lanzar profundo en los juegos se destacó con un juego completo en blanqueada, aunque el partido fue acortado por la lluvia.
Con información de Versión Morón
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