La aeronave que ingresó en Argentina el pasado 6 de junio procedente de México, continúa en investigación para dilucidar los posibles vínculos de la tripulación con el terrorismo internacional.
El presidente argentino, Alberto Fernández, se pronunció por primera vez este sábado sobre el avión venezolano-iraní retenido en Buenos Aires al afirmar que su Gobierno «actuó rápidamente», en un caso que, en su opinión, fue aprovechado por la oposición para «mostrar algo que no es».
«El Gobierno actuó rápidamente, lo han dicho absolutamente todos, no hace falta que nadie más lo diga», aseveró el mandatario en una entrevista con Radio 10.
El avión en cuestión, un Boeing 747 Dreamliner de carga, fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), empresas que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La aeronave ingresó en Argentina el pasado 6 de junio procedente de México, previa escala en Venezuela, con destino al aeropuerto internacional de Ezeiza, y dos días después despegó para ir a Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en el aeropuerto argentino porque el país vecino no habilitó su aterrizaje.
Desde esta semana, la Justicia argentina lleva adelante una investigación para dilucidar los posibles vínculos de la tripulación con el terrorismo internacional, ya que uno de sus integrantes, el iraní Gholamreza Gashemi, tiene el mismo nombre que un miembro de las Fuerzas Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, definida por Estados Unidos como una organización terrorista.
Según fuentes judiciales consultadas por Efe, el avión sigue retenido este sábado en el aeropuerto de Ezeiza mientras continúa la investigación.
Durante su intervención radial, el jefe de Estado argentino reiteró que no existía «ningún tipo de restricción» sobre la tripulación de la aeronave, integrada por cinco iraníes y 14 venezolanos, cuyos pasaportes fueron retenidos por parte de la Justicia.
«Lo que pasó es que llegó un avión venezolano, contratado por una empresa argentina, donde no hubo ninguna irregularidad. Hay un problema, sí, con la carga de la nafta, porque las sanciones impuestas por Estados Unidos pueden afectar a quien le dé nafta a ese avión», señaló el presidente.
La irrupción de esta aeronave provocó un revuelo mediático en Argentina, un país que sufrió dos atentados terroristas en la década de 1990 -a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y a la Embajada de Israel en Buenos Aires- que la Justicia local relaciona con personas poderosas de Irán y el grupo Hezbolá.
Fernández consideró que la atención en torno a este caso se debe a los intereses de la oposición, que intentó «mostrar algo que no es», como si hubiera «algún movimiento oscuro del Gobierno».
«La oposición aprovechó para vincular esto con hechos tan dolorosos como el atentado a la AMIA, pero bueno, son las cosas que en la Argentina del presente lamentablemente tenemos que vivir», señaló.
Cruces con Paraguay
La Secretaría Nacional de Inteligencia (SNI) paraguaya informó este viernes que Gholamreza Gashemi es efectivamente un miembro de las Fuerzas Quds, contradiciendo la versión sostenida por el Gobierno argentino.
«De acuerdo a lo que nosotros sabemos, y nos confirmaron agencias aliadas, se trata de una persona vinculada al Quds (…). No es parecido, no es homónimo ni nada, es la persona. Y eso sin ninguna duda ya es preocupante», confirmó el ministro de la SNI, Esteban Aquino, a la emisora ABC.
El ministro de Seguridad argentino, Aníbal Fernández, salió al cruce de estas declaraciones y subrayó que la Policía Federal no encontró «ninguna relación específica con organizaciones terroristas».
«Lo que dice el ministro paraguayo (Aquino), que tiene todo el derecho a decir lo que se le antoje, es su historia. Lo que nosotros decimos es que hay que preservar el debido proceso que debe llevarse en este caso», agregó en otra entrevista a la emisora AM 750.
Con información de: El Carabobeño