Para el economista los ingresos petroleros y las remesas son los factores responsables.
Para el economista Francisco Rodríguez en el último trimestre de 2022 probablemente vamos a seguir viendo una recuperación de la economía venezolana la cual continuará creciendo a una tasa bastante rápida de alrededor de 15% del PIB con respecto al año anterior.
Rodríguez indicó que ciertamente este es un nivel de crecimiento muy significativo y también es un nivel de crecimiento que está ocurriendo después de un deterioro muy fuerte que ocurrió entre los años 2012 y 2020, que ponen a Venezuela con una caída de 72% del producto real por habitante, que es de hecho el colapso económico de mayor magnitud visto en la historia latinoamericana y uno de los mayores vistos a nivel mundial, en ausencia de un conflicto armado.
Esta recuperación es liderada por los aumentos en los ingresos externos, y dos factores están contribuyendo fuertemente, uno de ellos es el de los ingresos petroleros que son sustancialmente mayores al de exportaciones que tuvimos el año pasado, eso se debe principalmente a que hemos tenido crecimiento significativo en la producción petrolera y en los precios del petróleo.
La producción petrolera si bien no se ha recuperado tanto como preveían algunos pronosticadores oficiales, sin embargo, en los primeros 8 meses del año, según fuentes secundarias de la Opep, la producción petrolera venezolana está un 34% por encima de la del mismo período del año pasado y los precios por efecto entre otros factores, de la guerra entre Rusia y Ucrania son 73% más altos que los que eran en el mismo período del año pasado.
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Entonces para unas exportaciones que se están duplicando en base al nivel de las del año pasado no es sorprendente ver que la economía manifieste tasas de dos dígitos como efectivamente estamos viendo.
En entrevista exclusiva para EL UNIVERSAL, el economista asegura que otro factor que contribuye a esta recuperación, es un mayor nivel de remesas impulsado por la recuperación de las economías latinoamericanas que son las principales receptoras de migrantes venezolanos, eso ha llevado a un incremento de las remesas a lo largo del tiempo.
Ya las remesas están contribuyendo a aproximadamente de acuerdo a nuestra estimación de unos 6 mil millones de dólares a la economía que las convierten en un factor dinamizador de una importancia comparable, por lo menos en magnitud, a aquellas del mismo petróleo.
Hay otros factores que han contribuido entre ellos una cierta mejora en el marco de algunas políticas como menores controles de precios más libertad cambiaria, que han contribuido hacia una mayor eficiencia en la economía.
Entonces, si bien el marco de políticas públicas venezolanas todavía deja mucho que desear, ciertamente los factores principales que impulsan el crecimiento se están moviendo en la dirección correcta que lleva hacia la recuperación económica y estos son factores que es previsible esperar que continúen en el 2023, que los precios del petróleo se mantengan en niveles similares a lo que han estado este año y que la producción petrolera continue estabilizándose o viendo una recuperación progresiva.
El petróleo en medio de la guerra
El economista considera que todo depende la evolución de la guerra, “porque lo que estamos viendo es un conflicto prolongado, un conflicto en el cual, hacia finales del año se va a terminar de materializar un embargo europeo hacia las exportaciones de petróleo ruso, toda la evidencia apunta a que las sanciones han dificultado la comercialización del petróleo ruso y Rusia es un contribuyente importante de más de 10% de la oferta de petróleo mundial, lo cual va a seguir teniendo implicaciones sobre los precios del petróleo”.
En ese sentido, según Rodríguez, “podemos prever que a menos que se dé una resolución rápida a este conflicto bélico, que no pareciera vislumbrarse, vamos a seguir en un entorno de precios altos del petróleo y una relativa escasez del crudo, lo cual va a llevar a que siga habiendo iniciativas para tratar de reincorporar a países como Venezuela al mercado petrolero internacional”.
Fatiga de sanciones
Para el especialista es posible que se flexibilicen las sanciones, pero “soy bastante cauteloso en ese sentido, porque creo que EEUU sigue manteniendo la posición de que la flexibilización de las sanciones está condicionada a los resultados de la negociación política entre el gobierno de Maduro y la oposición y esa negociación política no pareciera estar avanzando mucho, ni es una negociación donde se ven incentivos muy fuertes de ninguna de las partes para que avancen”.
Considera que si bien es posible que se restablezca el dialogo en México, eso no necesariamente quiere decir que vayan a surgir acuerdos reales y tangibles y mucho menos estables y duraderos y cumplibles, de parte de ese dialogo, ese es un dialogo extremadamente complejo, debido precisamente a lo encontradas que están las posiciones entre las partes.
Es importante entender que a veces las sanciones se flexibilizan de hecho, si bien no necesariamente de derecho, porque se entra en el proceso que se conoce como “fatiga de sanciones”, vemos por ejemplo que la administración de Joe Biden, no ha estado tan dispuesta en poner sanciones secundarias en contra de los países que cooperan con Venezuela o con Irán en materia de sanciones y eso lleva a que cada vez hay más actores dispuestos a cooperar con estos países.
En cierto sentido, se va dando una adaptación y se va haciendo más fácil convivir con las sanciones mientras más tiempo duran y eso quiere decir que se da el espacio para una recuperación de la producción y el acceso a ciertos mercados petroleros por parte de Venezuela.
Tomado de El Universal