La funcionaria, adscrita a Tránsito Terrestre, Gloria Zavala comparte su experiencia deportiva de cara al sudamericano de Brasil.
Para la atleta de alto rendimiento y oficial jefe de la PNB Falcón, Gloria Zavala, un uniforme es una bandera. “Es un triunfo que significa disciplina y respeto”. Por eso, tanto en su función deportiva, como de policía, se esfuerza en dar el 100%.
Una pregunta obligada, al iniciar la entrevista, nos da una respuesta contundente. “Alterno el deporte y mis funciones policiales con una buena comunicación. “Respeto a la superioridad, desde mi comisario general Arturo Ramos, pasando por toda la cadena de mando. Cuando estoy de guardia, no entreno, pero mantengo mi alimentación regulada, y en mis días libres, entreno al 100%”.
La funcionaria, adscrita a Tránsito Terrestre, expresa que los permisos los hace con anticipación, por los órganos regulares.
Y para muestra un botón. En los semáforos donde dirige el tráfico, se percibe a una uniformada que infunde respeto a conductores y transeúntes.
Con la misma determinación actual, a los 12 años de edad, el deporte se convierte en su pasión. Desde entonces, da lo mejor de sí en karate, pesas, lucha, yudo, atletismo y, más recientemente, en combat y sumo.
Hoy, como deportista, disfruta las grandes satisfacciones de estas dos últimas disciplinas. Por una parte, su clasificación a los World Combat Game y, por la otra, el XXVII Campeonato Suramericano de Sumo.
“Ir al Suramericano el 11 de junio, en Brasil, es una competencia y una preparación con miras al mundial”, sostiene.
Los nuevos retos los enfrenta en una dura etapa de su vida por el fallecimiento de su adorada madre. Además, alejarse de sus hijos y de sus labores como policía no le resulta fácil.
No obstante, está enfocada en las estrategias a aplicar en el mundial, con los recursos que tiene como atleta.
Preparación deportiva
Desde Maracay, Gloria Zavala realiza su preparación con dos sesiones de entrenamiento físico y técnico-táctico diario. Le pide a Dios la fortaleza psicológica, mental y corporal que le permita alcanzar sus objetivos.
Con la humildad que la caracteriza, asegura que empieza a crecer, a posicionarse en el peso de hasta 65 kg.
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Al enviar un mensaje a los jóvenes que quieren alcanzar sus metas, reconoce que el camino no es fácil. “Hay que hacer de tripas, corazones”.
Zavala pone como ejemplo sus esfuerzos para salir adelante, amén de su decisión de estar siempre en manos de Dios. Su anhelo es que Él obre en ella, en su deseo de participar y ganar el Suramericano, Panamericano y Mundial.
Cortesía Maria Luisa Muñoz