“La pasión de Cristo” no dejó a nadie indiferente tras su estreno en las salas de cine del mundo, el 25 de febrero de 2004.
La película no solo marcó un antes y un después para el cine religioso, sino que también cambió la percepción que muchos tenían de Mel Gibson, su director.
Protagonizada por el estadounidense Jim Caviezel, “La pasión de Cristo“, fue lanzada como una exploración descarnada y en profundidad del sacrificio de Jesús de Nazareth.
Como anuncia su título, cubre principalmente las últimas 12 horas de vida de Jesucristo, conocidas como “La Pasión”.
Comienza con la Agonía en el Huerto de los Olivos, continúa con la traición de Judas Iscariote, la flagelación en el Pilar, el sufrimiento de María profetizado por Simeón, la crucifixión y la muerte de Jesús, y una breve descripción de su resurrección.
Contra todos los pronósticos, el filme se convirtió en un éxito de taquilla masiva, acumulando más de 611 millones de dólares. Además de eso, se convirtió en la película clasificación R (restringido y para mayores de 18 años) de mayor recaudación en la historia, una corona que mantuvo durante varios años. “Joker” (2019), con más de 1.074 millones de dólares, tiene ese récord ahora.
La pasión de Cristo: apoyo y críticas
El largometraje recibió un gran apoyo de la comunidad cristiana, particularmente debido a una campaña de marketing que la presentaba como una herramienta idónea de evangelización de las nuevas generaciones.
Más allá de eso, desde el punto de vista puramente cinematográfico, las reacciones entre los críticos fueron muy variadas. Hubo desde los que la consideraron una propuesta revolucionaria hasta los que la describieron como “la mayor tontería jamás filmada” (Espinof.com).
Y es que para muchos “La pasión de Cristo” fue un ejercicio innecesario de ultraviolencia, dejando de lado la mayor parte del tiempo el proceso espiritual de su protagonista. La brutalidad y despliegue de sangre de sus secuencias, de hecho, la ubican más cerca del género gore del cine de terror. También llamado splatter, este estilo explota lo visceral, la violencia extrema y explícita y la sangre.
“En ‘La pasión de Cristo’, Jesús soporta una brutalidad implacable, tanto que no es difícil ver por qué los detractores de la película podrían etiquetarla como ‘porno tortura cristiana’”, señaló en 2019 el medio especializado SlashFilme sobre este punto.
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Sufrimiento ante todo
En ese aspecto, el crítico Rogert Ebert destacó en 2004: “Sufrimiento” es una palabra clave aquí. He oído a católicos y católicos caídos bromear sobre la ‘culpa católica’, pero si alguna vez hubo una película para mostrar lo que no es una broma es ‘La pasión de Cristo’.
La película pone el sufrimiento tan pesadamente presente que casi parece que está tratando de provocar un viaje de culpa en los espectadores con la pregunta constante: “¿No ves lo que Jesús soportó por ti?”.
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