El 15 de enero de 2025, se celebrará una gran ceremonia en homenaje al maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, un hombre, noble venezolano, que dedicó su vida a la enseñanza y a empoderar a las generaciones futuras de conocimientos útiles para el trabajo. Nacido en una época donde la educación era un privilegio limitado, Prieto Figueroa se convirtió en un apasionado defensor del derecho de todos a recibir educación, de la educación gratuita, simbolizando el compromiso y la dedicación que debería caracterizar a todo educador, a todo maestro.
Su influencia como maestro trascendió las aulas; fue pionero en desarrollar programas educativos que no solo instruyen; sino que también, forman ciudadanos críticos y responsables con su entorno. Su innovador enfoque educativo y su pasión por la enseñanza le valieron el reconocimiento como el “maestro de maestros”, dejando un legado que perdura en la actualidad.
En este contexto, con este hecho histórico de trasladar sus restos al Panteón Nacional, es crucial conectar su labor con la de los maestros técnicos productivos del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces). Hombres y mujeres, educadores, que también asumen la misión de formar y capacitar a jóvenes, mujeres y hombres otorgándoles las herramientas y habilidades técnicas necesarias y vitales para el progreso del país. Como Prieto Figueroa, ellos actúan como agentes de cambio, contribuyendo al desarrollo social, local, regional, nacional y económico a través de una formación integral que promueve el trabajo digno, con formación técnica profesional pertinente y de acuerdo a la territorializacion.
En este hecho histórico para el país, es un justo reconocimiento a su destacada trayectoria, es un acto, donde no solo se celebra su vida, sino también, el legado que dejó y sigue dejando en cada uno de sus estudiantes y en todos aquellos dedicados a la noble tarea de enseñar.
Hoy más que nunca, debemos recordar sus enseñanzas y seguir su ejemplo, reforzando nuestra convicción sobre la importancia de la educación como motor de la transformación social.
Que su memoria inspire a cada maestro técnico productivo del Inces a seguir trabajando con pasión y dedicación por un futuro mejor.
Finalmente, el traslado de sus restos al Panteón Nacional simboliza el respeto hacia su memoria y un reconocimiento a su invaluable contribución a la educación en Venezuela. La decisión del gobierno nacional de honrar a este insigne venezolano es un testimonio de su legado duradero y de la importancia de su labor en la formación de generaciones futuras comprometidas con el desarrollo del país.
Al rendir homenaje a Luis Beltrán Prieto Figueroa, se reafirma el compromiso con la educación y el respeto hacia quienes dedican sus vidas a esta noble causa. Que su ejemplo continúe inspirando a todos los educadores del país y del mundo, así como a la sociedad en general, recordándonos que la educación es el pilar fundamental para construir un futuro más justo y próspero.