Existen mujeres influyentes a nivel musical, que no logran los niveles de popularidad como aquellas que están vinculadas a la industria y que los medios de comunicación crean como imagen de súper héroe.
Mujeres que día a día luchan por impulsar la formación musical en sus ámbitos comunitarios, buscando sembrar el amor por las tradiciones musicales que afiancen el gentilicio y que a su vez permitan el sano desarrollo para el logro de la prosperidad de quienes son atraídos por su empuje y convicción por el trabajo que ellas realizan.
La señora Blanca Oberto, es una de esas mujeres invisibilizada que nos cuenta el arduo trabajo por fomentar la música y la formación de grupos musicales en la comunidad de Santa María.
En este artículo, te llevaré a través de su apasionante trayectoria y descubrirás cómo ha formado grupos musicales, dejando un impacto duradero en la comunidad.
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Desde pequeña siempre sintió una gran inquietud y amor por la música, influenciada por su familia que tocaba instrumentos como el cuatro.
Aunque no pudo estudiarla formalmente, siempre cultivó su voz y aprendió canciones de
grandes artistas venezolanos.
Estas circunstancias despertaron en ella un deseo incansable de explorar su talento musical y compartirlo con los demás.
Así fue como, en el año 2010, cuando ingresó al Consejo Comunal, decidió formar un grupo de 12 niños cantores al que llamó “Niños Cantores de Santa María”.
Y a pesar de las dificultades que enfrentaban al no contar con instrumentos ni maestros, estos niños talentosos ensayaban con sus voces y ponían todo su empeño en cada presentación.
La determinación y el amor por la música de la señora Blanca lograron mantener vivo este proyecto a pesar de las adversidades.
Más adelante, el destino de la vida le permite conocer al profesor José Medina, quien se convierte en un gran apoyo para desarrollar talleres musicales para ella y su familia que lamentablemente no se amplían hacia otras personas y que se vio interrumpido porque el profesor se muda a otra comunidad.
En el lapso de tiempo compartido el trabajo en conjunto hizo que la música se convirtiera en el lenguaje que los unía y en una poderosa herramienta para transmitir mensajes de
amor y esperanza, lo que fortaleció la determinación como la perseverancia para
continuar trabajando por sus sueños.
El destino le tenía preparada una sorpresa, porque años más tarde, el profesor José regresó a Santa María, volviendo a retomar los talleres, ahora enfocados en la enseñanza del cuatro en adultos mayores.
Y en el transcurrir del tiempo de ejecución de la formación se incorpora Joe Chirinos destacado cantautor de la comunidad quien impulsa la creación del grupo “Canto Real de Santa María”.
Hoy en día, este grupo musical se presenta en diversos escenarios, llevando la música a todos los rincones de la comunidad, en este sentido, la señora Blanca destaca la importancia de los valores como la perseverancia, la humildad y la fe en Dios, que han sido fundamentales en su trayectoria y en el éxito del grupo.
La música no solo ha transformado la conducta y el desarrollo de los participantes, sino que también ha dejado una huella imborrable en todos los que han tenido la suerte de presenciar sus presentaciones, pues ha permitido unir personas, tocar el corazón y de transmitir emociones que las palabras no pueden expresar.
La señora Blanca, es un ejemplo de mujer luchadora, soñadora, tenaz y emprendedora quien, como muchas otras, debe ser enaltecida; su testimonio es verdaderamente inspirador y nos recuerda la importancia de valorar y cultivar la cultura musical en nuestras comunidades, pues esta tiene el poder de unirnos, de sanarnos y de transmitir un mensaje de esperanza en tiempos difíciles.
Así que sigamos apoyando a los artistas locales, a los grupos musicales y a aquellas mujeres, al igual que la señora Blanca, están dedicando su vida a hacer del mundo un lugar más armonioso y lleno de alegría a través de la música.
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