El país caribeño está sometido a sanciones económicas internacionales y los bonos venezolanos cotizan a tan solo 5 centavos por dólar.
Copernico Capital Partners SA, inversionista en deuda en dificultades está aumentando su apuesta por los bonos venezolanos. Su especialidad son los bonos más riesgosos del mundo por lo que busca reclutar tenedores de bonos con sede en Venezuela.
La compañía se asoció con NTN Consultores en Caracas, para atraer inversionistas nacionales no gubernamentales a un fondo de recuperación dedicado. “Venezuela es hoy un mercado pequeño, pero tiene mucho potencial en una futura normalización del país”, dijo el director de Copernico, Juan Blandi.
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Pese a que Venezuela está sometida a sanciones económicas internacionales y los bonos cotizan a tan solo 5 centavos por dólar. Esto indica que hay pocas probabilidades de que el presidente Nicolás Maduro esté a punto de comenzar a renegociar los US$60.000 millones de deuda en default. Copernico ve una oportunidad de ir cortejando a bancos privados, fondos de pensiones e individuos en el país, que poseen aproximadamente US$1.500 millones del papel.
El fondo, lanzado en 2020 y dividido en dos grupos, invierte en bonos soberanos y de compañías petroleras estatales en default. El año pasado, obtuvieron un 31% y un 13,4%, respectivamente, según documentos de la empresa, aunque Bloomberg no pudo verificar el rendimiento de forma independiente.
Rendimiento de los bonos
La firma con sede en Uruguay se ha centrado en América Latina desde que en 1999 fundó lo que ahora es uno de los fondos de cobertura más antiguos de la región. Su Latin America High Yield Fund ha tenido una rentabilidad del 61% desde su creación en 2012. Superando la rentabilidad media de los bonos de alto rendimiento en los mercados emergentes en casi 10 puntos porcentuales, según datos recopilados por Bloomberg.
El fondo, que tiene unos US$17 millones en activos, superó al 98% de sus pares en los tres años que terminaron en diciembre. Aunque el año pasado disminuyó alrededor del 3%, según los últimos datos disponibles.
La última propuesta de Copernico es dar a los inversionistas con sede en Venezuela la oportunidad de agrupar sus participaciones a través de una institución. Lo que potencialmente les da más influencia en las negociaciones y diluye los gastos legales en caso de una eventual reestructuración.
La firma ya cuenta con más de US$500 millones en valor nominal de la deuda venezolana en impago en su fondo dedicado, según una persona con conocimiento de sus negocios.
La pila de bonos en default rindió aproximadamente un 19% el año pasado, según un Índice JPMorgan. La deuda de alto rendimiento en los mercados emergentes, en promedio, registró retornos negativos del 12% en el lapso, según un índice de Bloomberg.
Las sanciones impiden a los bonistas estadounidenses negociar con el gobierno de Maduro. Y la disolución del gobierno paralelo de la oposición ha dejado a los acreedores en la oscuridad. Pero con el sexto aniversario del primer default en octubre, el plazo de prescripción de los bonos está a punto de entrar en vigor. Los acreedores tendrán que elegir entre demandar en los tribunales de EE.UU. o perder sus derechos de llevar sus reclamos a la corte.
Con información de Bloomberg