La doctora Consuelo Walss-Bass quien es investigadora pionera en genética psiquiátrica destacó en una entrevista para Genomic Press la importancia de los distintos factores que se ven afectados tanto en la predisposición genética como en los factores ambientales en el desarrollo de la esquizofrenia.
Al pasar de los años la esquizofrenia aumentó en las generaciones, siendo un trastorno que afecta a millones de personas en todo el mundo, donde perjudica el pensamiento, las emociones y el comportamiento; se caracteriza por síntomas como delirios, alucinaciones y dificultades en la función cognitiva.
“Los genes no actúan de forma aislada, interactúan con el entorno de maneras complejas que apenas estamos empezando a desentrañar”, explicó.
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La combinación del factor genético con el medio en el que se desarrolla una persona, así como las experiencias vividas, desempeñan un papel fundamental en la aparición de la esquizofrenia.
Las experiencias que suelen ser estresantes o traumáticas, especialmente durante la infancia o adolescencia, pueden actuar como desencadenantes en individuos predispuestos.
Con información de Versión Final