El abogado y analista político Johel Orta calificó las recientes amenazas del gobierno estadounidense en relación con Venezuela, así como el aumento de la recompensa por la captura del presidente Nicolás Maduro, como una política de doble discurso por parte de la administración Trump.
“Estas acciones forman parte de la política del Lejano Oeste a la que nos tiene acostumbrados el presidente de EE. UU., Donald Trump. Sin embargo, observamos que, por un lado, surgen amenazas, mientras que, por otro, se extienden las licencias a Chevron. Al mismo tiempo, cerca de 200 empresas estadounidenses y extranjeras están solicitando a la OFAC permisos para operar en nuestro país en la industria petrolera”, afirmó Orta.
El analista insistió en que existe un divorcio entre la agenda política de los diferentes sectores y lo que realmente piensa el ciudadano común. En este contexto, hizo un llamado al presidente Maduro para que no se sienta envalentonado por los resultados de los últimos comicios electorales y para que evite que el sectarismo se apodere de la gobernabilidad.
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“El gobierno enfrenta dos alternativas: buscar una hegemonía absoluta y pulverizar a la oposición, como sucede actualmente, o implementar una política de tierra arrasada en todas las instancias de poder, lo que llevaría a un proceso político desde las cenizas, algo que considero un enfoque equivocado”, subrayó.
El analista político hizo énfasis sobre la importancia de llegar a acuerdos y fomentar un proceso de entendimiento con aquellos sectores de oposición que se mantienen dentro del marco electoral y constitucional. “Es fundamental confrontar el discurso extremista a través del diálogo y el consenso, para evitar que se desencadene una batalla entre ambos sectores».
Por otro lado, Orta afirmó que, tras las elecciones, el gobierno no tendrá excusas para no dedicarse a gobernar y gestionar adecuadamente. “Hasta ahora, el gobierno ha estado centrado en mantenerse en el poder durante 25 años, lo cual dificulta enormemente su capacidad de gobernanza. No es lo mismo gobernar en tiempos del presidente Chávez, cuando la producción petrolera superaba los 3 millones de barriles y los precios rondaban los 100 dólares por barril, que enfrentar la crisis energética actual, agravada por las sanciones que han profundizado la crisis económica en Venezuela», agregó.
Finalmente, instó al presidente Maduro a reconocer que la construcción de Venezuela requiere una visión plural. “Debemos trabajar juntos para edificar un nuevo país. Afortunadamente, el extremismo tanto de la derecha venezolana como del chavismo se ha visto reducido; esto debería ser aprovechado por el presidente para establecer una política de diálogo y apertura hacia la oposición. La hegemonía del poder nunca ha funcionado en ninguna parte del mundo, y si desea dejar un legado de gobernabilidad, es esencial adoptar un enfoque inclusivo”.
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