“Con su ejemplo, el Señor nos enseña que, vivir la fe es anteponer la voluntad del Padre a la nuestra. Es confiar nuestra vida en sus manos, siendo fieles como María”, recalcó el párroco de la iglesia Santo Niño de Jesús.
“Debemos seguir a Jesús, pero fieles como María“; fue parte de la reflexión del presbítero Erwin Juliao, durante la eucaristía de este Domingo de Ramos.
En este sentido, reiteró que este día recuerda la celebración de la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén, dando inicio a la Semana Santa.
“La feligresía repite aquello que hicieron con Jesús en el pueblo de Jerusalén: adornar las calles y las casas con palmas y ramas en señal de ese grito de victoria del hijo de Dios que, viene a entregar su vida en la cruz por nuestra liberación”, subrayó el presbítero”.
Al respecto, el evangelio meditado es el referente a la Pasión del Señor según San Mateo capítulo 26, versículo 14; y capítulo 27, versículo 66.
El párroco de la iglesia Santo Niño Jesús insistió que “Debemos seguir a Jesús, pero fieles como María”, es decir no traicionarle como el pueblo judío lo hizo el Viernes Santo.
“La misma gente que lo victorio como rey, como el Mesías, es la mismas que el Viernes santo le gritaba a Pilato crucificale crucificale”, recordó el sacerdote.
Foto/Juan Yamarte.
Domingo de Ramos, preámbulo del calvario
Remarcó que, el Domingo de Ramos, es el preámbulo de lo que le espera a Jesús en el calvario para cumplir con su misterio pascual.
Enfatizó que, la celebración llena de contrastes, nos hace tomar conciencia a los cristianos que acoger a Jesús con júbilo en nuestra vida no nos exime de reproducir, de un modo u otro, su proceso pascual.
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