La alfalfa se destaca por sus múltiples beneficios para la salud. Esta planta originaria del suroeste de Asia fue cultivada y valorada desde hace más de 6.000 años.
Por sus propiedades nutricionales y medicinales. Las antiguas civilizaciones persas y árabes ya reconocían sus virtudes, dado que la utilizaban tanto para alimentar al ganado como para tratar diversas afecciones humanas.
En la medicina tradicional china e india, la alfalfa ocupó un lugar destacado como remedio natural para mejorar la digestión, aliviar el dolor y fortalecer el sistema inmunológico. Con el paso de los siglos, su uso se extendió a distintas culturas, consolidándose como un recurso natural esencial en la fitoterapia moderna. Hoy en día es conocida por su alto contenido en nutrientes y propiedades curativas, y se consume comúnmente en forma de té para aliviar problemas como la artritis y la anemia.
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Esta plantación es una fuente rica de vitaminas y minerales esenciales. Contiene vitamina K, vitamina C, cobre, manganeso y folato, lo que la convierte en un suplemento natural potente. Según el Centro de Investigación de Fitoterapia de España, sus propiedades antiinflamatorias la hacen ideal para quienes sufren de artritis, dado que ayuda a reducir el dolor y la inflamación en las articulaciones.
Con información de El Nacional