Para Cris Ortiz, funcionaria adscrita a la Policía del estado Falcón (Polifalcón), la disciplina forma parte de su estilo de vida diario.
El compromiso, autocontrol, personalidad y comportamiento que tenga una persona ante las circunstancias que puedan presentarles es lo que define, la supervisora, como disciplina.
Ese valor se lo inculcaron en casa desde pequeña y con el paso del tiempo decidió afianzarlo dentro de las filas de Polifalcón, desde hace 20 años.
Su mayor anhelo, luego de graduarse de bachiller, era ingresar a una academia militar, pero sus padres se opusieron por ser menor de edad.
Sin embargo, sus planes de formarse dentro de un cuerpo policial continuaron y con el apoyo de sus padres ingresó, a los 21 años, a la Escuela de Policía Región Centro Occidental, actualmente Universidad Nacional Experimental de la Seguridad.
Egresada del curso número 54, Cris Ortiz, durante ocho meses —tiempo que duró el curso— reforzó los valores que recibió en casa de sus padres, principalmente la disciplina.
¿Cuál ha sido el recorrido profesional en 20 años de carrera?
– No por muchos. Cuando me gradué pertenecí a la Brigada de Orden Público en Coro, por pocos meses. De ahí me pasaron a Punto Fijo —en el 2003— a trabajar como operadora de radio en el Centro de Coordinación Policial número 2, que ahora es el 5.
Luego volví a Coro a trabajar en la gobernación de Falcón. Pase por el Dipe que ahora es la Dirección de Inteligencia y Estrategias Preventivas (Diep).
También me desempeñé en la Sala Situacional en la Comandancia en Coro, donde realicé el Curso de Investigación Penal.
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Ese curso la posicionó en su actual cargo dentro de Polifalcón. Cris Ortiz es la jefa de la Oficina de Atención a la Mujer Víctima de Violencia Región Paraguaná, ubicada en la sede del Servicio de Investigación Penal del Estado Falcón (Sipef)
¿Para ti, cuál departamento te ha dejado más experiencia?
– Sin duda alguna ser operadora de radio y éste donde actualmente me desempeño.
Siendo operadora, porque se tiene la responsabilidad de manejar la comunicación a nivel de estado. No solo saber lo que ocurre, sino saberlo transmitir. Ahí aprendí mucho.
En la oficina de atención a la mujer he aprendido a tener más humildad y empatía con las mujeres que denuncian el maltrato.
Los casos donde vulneran los derechos de los niños y jóvenes son los más impactantes, pero también están los de las mujeres que reciben agresión tras agresión y una se pregunta ¿por qué aguantan tanto?
Mi trabajo no es coaccionarlas para que denuncien, sino ponerme en el lugar de ellas para ayudarlas y protegerlas.
¿Cómo se siente Cris al trabajar rodeada de puros hombres?
-Es emocionante. Trabajo con 12 compañeros y en nosotros prevalece el respeto. Ese el valor principal para que todo fluya en cualquier ámbito laboral.
Me toca dormir hasta con cuatro funcionarios en una misma habitación, pero como te digo el respeto lo es todo. Tenemos nuestros momentos de compañerismo fuera del trabajo, pero siempre separamos lo laboral de lo personal.
La funcionaria que mantiene la disciplina como su estilo de vida es oriunda de la sierra falconiana. Madre de un joven y la segunda de tres hermanas.
Al igual que ella, sus hermanas también decidieron seguir la disciplina que le inculcaron en casa. Una docente y la otra secretaria.
Cris Judith Ortiz Sivira, quien es la segunda funcionaria policial dentro de su familia asegura que cuenta con el apoyo de sus padres para la crianza de su hijo.
A él, ella le pone como ejemplos de la disciplina la formación que recibió de sus padres, además de como se aplica la disciplina en la vida cotidiana.
Alertándolo de los riesgos que puede correr si llegase a tomar una mala decisión “porque uno como ser humano debe tener responsabilidad y asumir las consecuencias de cada acto”.
De policía a madre, hija y hermana
Cada vez que le toca viajar a su ciudad natal a ver a su hijo y compartir con su familia, Cris se quita el traje de policia y se coloca el de madre, hermana, hija, amiga, sin olvidar el carácter, la responsabilidad, fortaleza física y resolución de conflictos que caracterizan a un policia.
A lo largo de 20 años, Cris Judith Ortiz Sivira siente a Polifalcón como su segunda familia, su segunda casa “que Dios me siga dando vida y salud para seguir trabajando en lo que me apasiona y ayudar a quien lo necesite”.
A todos los jóvenes y adultos que quieran ingresar a un cuerpo policial, la funcionaria les aconseja tener muy claro el valor de la responsabilidad y tener la disciplina como un estilo de vida para poder celebrar, cada 16 de julio, el Día Nacional del Policía.
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