El primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze, anunció el domingo que la presidenta del país, Salomé Zurabishvili, deberá dejar su cargo a pesar de su firme negativa a hacerlo.
Kobajidze expresó su comprensión hacia la situación emocional de Zurabishvili. Señaló que ella deberá desalojar la residencia presidencial el 29 de diciembre y entregar el edificio al presidente legítimamente electo. Esto, basado en la afirmación de que la presidenta perdió las elecciones el 26 de octubre.
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En respuesta a estos acontecimientos, Zurabishvili anunció el sábado que se mantendrá en su puesto a pesar de que su mandato finaliza en diciembre. La mandataria argumentó que no reconoce la validez del recién conformado Parlamento y pretende permanecer en funciones hasta la celebración de nuevos comicios.
Estas declaraciones surgen en un contexto de intensas protestas en Georgia, desatadas por la decisión del Gobierno de posponer las negociaciones de adhesión a la Unión Europea hasta 2028.
En la mañana del domingo, se reportaron enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad. La Policía empleó cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, mientras que los protestantes resistieron y lanzaron artefactos explosivos hacia las fuerzas del orden.
Con información de RT
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