Rusia ha cortado parcial o totalmente el suministro de gas a 13 países europeos que utilizan el combustible para calentar hogares, generar electricidad y hacer marchar las fábricas.
Los países de la Unión Europea deberían poner un tope a los precios del gas natural ruso y solicitar un “aporte solidario” a las empresas europeas de petróleo y gas que están obteniendo ganancias fabulosas a medida que la guerra en Ucrania eleva los costos de la energía, dijo el miércoles la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Ante la inminencia del invierno boreal, los 27 países miembros de la UE se esfuerzan por contener una crisis energética que podría conducir a apagones, fábricas cerradas y una recesión profunda. Rusia ha cortado parcial o totalmente el suministro de gas a 13 países europeos que utilizan el combustible para calentar hogares, generar electricidad y hacer marchar las fábricas.
“Enfrentamos una situación extraordinaria porque Rusia es un proveedor en el cual no se puede confiar, pero también porque manipula activamente el mercado del gas”, advirtió von der Leyen a la prensa en Bruselas. “Debemos reducir los ingresos de Rusia, que (el presidente ruso Vladimir) Putin utiliza para financiar su guerra atroz en Ucrania”.
Se negó a recomendar topes de precios y dijo que estos se deben acordar durante las conversaciones de emergencia de los ministros de energía de la UE el viernes. El organismo ejecutivo de la UE someterá una serie de propuestas a debatir entre los ministros.
Puedes leer: Putin: Granos que salieron de Ucrania nunca llegaron a los países pobres
Von der Leyen dijo que la comisión, que propone las normas y medidas de las UE, ha visto que las empresas de petróleo y gas han obtenido “enormes ganancias”. Una sequía europea impulsa la demanda de electricidad y limita la producción de energía hidroeléctrica, al mismo tiempo que Rusia esgrime su poderío energético.
“Por eso propondremos un aporte solidario a las empresas de combustibles fósiles”, añadió von der Leyen, al exhortar a los países miembros a “invertir estos ingresos para apoyar a hogares vulnerables e invertir en fuentes locales de energía limpia”.
No entró en detalles. Algunos países ya han aprobado impuestos sobre los beneficios extraordinarios de las empresas de energía.
El gas que llegaba por el ducto ruso representaba el 40% del fluido importado por Europa hasta que Putin ordenó la invasión de Ucrania, pero ahora representa el 9%, según von der Leyen. Ahora, Noruega vende más gas al bloque que Rusia.