Una intensa tormenta solar, considerada la más significativa de las últimas dos décadas, desencadenó auroras boreales visibles en América durante la noche del viernes y la madrugada del sábado.
Este fenómeno es el resultado de la interacción entre el viento solar y el campo magnético terrestre.
Los pronósticos sugieren que debido a la alta actividad solar en los próximos días, existe la posibilidad de que el impresionante espectáculo natural se repita durante el fin de semana.
Sin embargo, las tormentas geomagnéticas también pueden provocar efectos perjudiciales en el suministro energético en diversas regiones de la Tierra.
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Ante esta situación, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE. UU. ha emitido una alerta G5, el nivel más alto en su escala, para advertir sobre las posibles consecuencias de estas tormentas a nivel global.
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