La Cancillería de México comunicó la ruptura de relaciones diplomáticas con Ecuador debido a la incursión en su sede, que consideran una violación de la Convención de Viena.
México enfatiza la inviolabilidad de su personal y locales diplomáticos y procederá con la evacuación de sus representantes, así como acudirá a la Corte Internacional de Justicia.
Se destaca que la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países se origina por la incursión de fuerzas ecuatorianas en la embajada mexicana en Quito.
Esta acción tuvo lugar con el propósito de detener al exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, quien se encontraba refugiado en la sede diplomática.
La captura se realizó en virtud de una orden de la Corte Nacional de Justicia, después de que México le concediera asilo político a Glas, quien ahora es llevado a Flagrancia.
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Posición de México
Durante el procedimiento no se respetó la figura de Roberto Canseco, embajador encargado, lo cual ha generado rechazo y preocupación por parte de las autoridades mexicanas. Canseco denunció este hecho como una violación de las normas internacionales de respeto.
“La reciente incursión en nuestra Embajada en Ecuador es inaceptable y va en contra de todas las normativas internacionales. No tiene justificación alguna y es un acto completamente arbitrario”, aseveró Canseco.
En relación a al solicitud de asilo, se explica que el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador concedió a Glas esta protección debido a las acusaciones de peculado en las que está involucrado.
Según las investigaciones, Glas enfrenta cargos de malversación de fondos en el contexto de la reconstrucción de la zona costera de la provincia de Manabí; después del terremoto de 2016, durante su periodo como vicepresidente en el gobierno de Rafael Correa (2007-2017).
Ante esta situación, un juez emitió en enero de 2024 una orden de prisión preventiva contra el exvicepresidente ecuatoriano.
Con el objetivo de combatir la impunidad, el Gobierno ecuatoriano manifiesta su firme postura de “cero tolerancia” hacia cualquier forma de delincuencia o injerencia en asuntos internos, aún con el asilo concedido por México, como lo confirma la captura de Jorge Glas.
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