El Presidente mexicano no quiso adelantar su decisión y pareció apostar a que la diplomacia de su vecino del Norte encuentre una salida a la situación.
Aunque la diplomacia estadounidense busca opciones para garantizar el éxito de la Cumbre de las Américas que comenzará en 10 días en Los Ángeles, el mandatario mexicano sigue sin decidir si estará presente en la cita ya que había condicionado su participación a que Estados Unidos invite a Cuba, Venezuela y Nicaragua.
“Vamos a esperar a que formalmente nos respondan y a partir de ahí vamos a tomar una decisión”, dijo Andrés Manuel López Obrador en su conferencia de prensa matutina del viernes, un día después de que un alto funcionario estadounidense descartara invitar a los gobiernos venezolano y nicaragüense.
“Todavía estoy esperando que se giren las invitaciones a todos los países de América para que en efecto sea una Cumbre de las Américas, que no se excluya a nadie”, insistió el mexicano.
El jueves Kevin O’Reilly, el funcionario del Departamento de Estado que coordina la preparación de la cumbre, dijo en una audiencia en el Senado estadounidense que no se había invitado a ningún representante de los gobiernos del venezolano Nicolás Maduro ni del nicaragüense Daniel Ortega pero dejó la puerta abierta a que se pueda invitar a Cuba, aunque el mismo día el presidente Miguel Díaz-Canel descartó asistir.
“Esa será una decisión que tendrá que tomar la Casa Blanca”, dijo en referencia a la isla y agregó que sí había invitado a la sociedad civil cubana. “Queremos contar con la participación lo más amplia posible de la sociedad civil de todos los países donde (líderes) autoritarios, dictadores, tratan de acabar con el debate público”, sostuvo O’Reilly.
Pese a estas declaraciones, López Obrador no quiso adelantar su decisión y pareció apostar a que la diplomacia de su vecino del Norte encuentre una salida a la situación.
El éxito de Cumbre de las Américas, de la que Estados Unidos es anfitrión por primera vez desde la reunión inicial de 1994, es todavía incierto.
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El presidente brasileño Jair Bolsonaro, cuya asistencia no se esperaba, confirmó finalmente su participación esta semana. Sin embargo, el boicot planteado por México resonó en la región y muchos países se unieron a la petición de que se invite a todos los Estados.
Pese a unirse a este llamado, algunos presidentes como el chileno Gabriel Boric confirmaron su participación y otros, como el argentino Alberto Fernández —con quien López Obrador dijo que habló el jueves—, todavía no lo ha decidido.
El guatemalteco Alejandro Giammattei dijo que no irá aunque por razonas más locales: las críticas que Estados Unidos ha hecho a la reelección de la fiscal general del país a la que señala de obstaculizar la lucha anticorrupción y socavar la democracia.
López Obrador dijo que su gobierno —que estará representado por el canciller Marcelo Ebrard en caso de que él no asista a la cita— propondrá en Los Ángeles “que se busque la integración y que se tengan organismos que protejan por igual los derechos de todos los pueblos”
México mantiene desde hace tiempo que la Organización de Estados Americanos es una entidad sometida al gobierno de Washington que debe desaparecer y ser sustituida por un organismo independiente.