El bateador venezolano tiene argumentos suficientes para estar en sus primeros Juegos de las Estrellas de las Grandes Ligas.
Apenas unos meses después de que Luis Arráez iniciara su carrera en Grandes Ligas (2019), el manager de Cleveland Terry Francona quedó maravillado con la máquina de bateo que su rival divisional sumaba a su ofensiva, y pronosticó que algún día iba a ganar el título de bateo.
Tres años después, el venezolano de los Mellizos de Minnesota está a medio camino de darle la razón a Francona. Arráez amaneció este jueves con un porcentaje de .337. Esto es algo inusual para esta era.
Además tiene una ventaja de nueve puntos sobre Rafael Devers de Boston en la Liga Americana, Arráez esgrime argumentos sólidos para ser invitado a su primer Juego de Estrellas.
“Tengo buenos números, pienso que tengo que estar ahí. Si eso no pasa, seguiré jugando duro y ayudar al equipo a ganar”, declaró.
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Brillando desde lo más alto del orden al bate de los Mellizos. Está por delante de Byron Buxton y Carlos Correa.
También Arráez cuenta con 27 juegos con más de un imparable hasta el miércoles, la cifra más alta en las Grandes Ligas. Solamente el primera base de los Cardenales Paul Goldschmidt, líder de la Liga Nacional, con .342 superaba a Arráez en porcentaje de bateo.
Goldschmidt es el único toletero con la cantidad de apariciones en el plato necesarias para calificar con mejor promedio de embasado (.424) que Arráez (.418).
Previo al miércoles, Arráez también lideraba las mayores en porcentaje de bateo con dos strikes (.302). Además tenía la tercera mejor tasa de ponches por aparición (12,6).
Es decir es muy difícil sacarlo out vía strikes. Su racha más larga de turnos sin dar un hit esta temporada es de 11.
En un momento en que está bateando 100 puntos por encima del promedio de las Grandes Ligas, Arráez naturalmente ha sido comparado con Carew, Gwynn e Ichiro Suzuki.