Tras su reelección como presidente, Nicolás Maduro se pronunció frente al pueblo venezolano en su primer encuentro luego de la jornada electoral del 28 de julio.
Informó sobre un hackeo masivo al Sistema de transmisión del CNE y solicitó una investigación al respecto, sin mencionar directamente el país de origen del ataque.
Resaltó el trabajo de los técnicos que lograron contrarrestar este hackeo, denunciando este acto y ordenando a la Fiscalía perseguir a los responsables para garantizar justicia.
Comentó sobre los continuos intentos de vulnerar la paz del país y cuestionó cómo, a pesar de las numerosas sanciones, Venezuela sigue convocando elecciones.
Enfrentando una guerra psicológica, Maduro agradeció a quienes participaron en el proceso electoral, incluyendo al Plan República, la Milicia Nacional Bolivariana y a los observadores internacionales.
Tras la divulgación de los resultados por el CNE, reafirmó su posición contra el fascismo en Venezuela, proclamando la fortaleza del pueblo y la continuidad de la lucha por la dignidad.
Resaltó el significado del día siguiente, 29 de julio, como un triunfo de la independencia y la dignidad del país, e hizo alusión al legado de lucha de Simón Bolívar.
Expresó su agradecimiento a Dios, destacando que la victoria refleja la persistencia y compromiso del pueblo venezolano.
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Concluyó Maduro con un llamado a la paz, justicia y respeto, subrayando la importancia de seguir los valores establecidos y mantenidos en la jornada electoral.
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