En el corazón de Falcón, una leyenda viva ha dedicado casi un siglo a moldear la historia de su tierra.
Jesús «Chucho» Coello, nacido el 5 de agosto de 1929 en El Isiro, es el maestro artesano cuyas manos dieron vida a gran parte del legado que convirtió a Coro y La Vela en Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1999.
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Con 96 años, Chucho Coello no es solo un artesano; es el guardián de la memoria de la región. Más de un centenar de casas emblemáticas, ya sea en su construcción o restauración, llevan el sello indeleble de su destreza.
Sus obras, más allá de ser estructuras de barro y madera, son el reflejo palpable de la identidad y la tradición de un pueblo.
Una historia que preserva la identidad
Por encima de los numerosos reconocimientos que ha recibido, entre ellos el prestigioso Premio Nacional de Cultura 2012-2014 por sus invaluables aportes a la restauración de imponentes estructuras patrimoniales.
Y por la formación que ha impartido en el manejo del barro, para él su mayor tesoro es «El cariño de la gente y la posibilidad de seguir enseñando a los más jóvenes».
Siendo su mayor satisfacción la transmisión de su arte y sabiduría a las nuevas generaciones.
Chucho Coello es un pilar fundamental de la cultura falconiana, un faro que guía a los jóvenes hacia la preservación de su rica historia.
Su vida, un libro abierto de pasión y dedicación inquebrantable, nos recuerda que el verdadero patrimonio de una nación no solo se encuentra en las majestuosas edificaciones.
Sino también en las manos que las crearon y en el legado intangible que perdura a través del tiempo.
Con información del Incudef
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