En Filipinas se preparan ante la llegada del tifón Mawar, por lo que anunciaron evacuaciones y cerraron las escuelas.
Las autoridades de Filipinas evacuaron el lunes a miles de personas, cerraron escuelas y oficinas y prohibieron la navegación mientras el tifón Mawar al país.
El meteoro mostraba vientos máximos sostenidos de 155 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 190 kilómetros por hora. Se espera que no impacte de forma directa contra la región montañosa. Las previsiones más recientes apuntaban a que el sistema viraría al nordeste hacia Taiwán o el sur de Japón.
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Aunque se esperaba que perdiera velocidad de forma considerable, las autoridades advirtieron del riesgo de peligrosas marejadas ciclónicas. También alertaron de inundaciones repentinas y aludes de tierra a su paso junto a la provincia más septentrional de Filipinas, Batanes, entre el martes y el miércoles.
Responsables de preparación de emergencias señalaron que el tifón podría cambiar de rumbo con rapidez y que no había margen para la complacencia.
“Incluso de día, el tiempo es impredecible en la actualidad, de modo que debemos actuar con prudencia”, dijo a AP el secretario asistente de la Oficina de Defensa Civil Raffy Alejandro. “Estamos hablando de posibles riesgos para la vida”.
Mawar golpeó Guam la semana pasada, el tifón más fuerte que azotaba el territorio pacífico de Estados Unidos en unas dos décadas. La tormenta volteó autos, arrancó tejados y provocó cortes de luz en la isla, antes de perder fuerza en su ruta hacia Filipinas.
“Estos tifones, sismos y calamidades naturales han formado parte de nuestras vidas”, dijo a The Associated Press por teléfono el vicegobernador de Batanes, Ignacio Villa. “No podemos permitirnos no prepararnos porque eso podría suponer la pérdida de vidas y daños importantes”.