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lunes, noviembre 25, 2024

Moises 

“Moises Aguilar trasciende el cuerpo con su inmensa alma de revolucionario integro, excelente alcalde, hombre bueno noble valiente comprometido con las causas justas”.


Nos conocimos en un ya lejano agosto del año 1998, en la campaña electoral del comandante Chávez a la presidencia y Yoel Acosta a la gobernación. Para ese momento ya eras uno de los principales dirigentes del MVR en el municipio San Francisco. Tu natural simpatía, tu sonrisa franca, tu discurso sencillo  y combativo, tu humildad hizo que todos los dirigentes regionales incluyendo a Yoel te tomáramos rápidamente un cariño especial. 

Luego pasamos varias veces por Mirimire en la misma campaña presidencial, en la de la constituyente y allí estabas siempre activo en primera fila. 

Después, ya como coordinador de organización del MVR, tuve el privilegio de juramentarte como coordinador municipal del partido. Desde ese momento dirigiste invicto todos los procesos electorales de la revolución hasta diciembre del 2017. 

Nuestra amistad se consolidó en la campaña del 2000 cuando fui candidato a gobernador y tu candidato a alcalde. En esa oportunidad no lograste la victoria ante Peñita pero lejos de amilanarte intensificaste tu trabajo político y social. Hiciste gestión de calle con tu voluntad inquebrantable y el  apoyo del gobierno regional y nacional. Siempre fuiste muy eficiente gestionado soluciones. Costaba mucho decirte que no a tu múltiples peticiones bien argumentadas y justificadas.

Estadísticamente el 80% de los alcaldes que aspirar reelegirse lo logran. Peñita entró en ese 20% que no lo hacen. Fuiste candidato en el 2004 y ganaste con abrumadora mayoría. No defraudaste a tu pueblo. Sin duda eres el mejor Alcalde que ha tenido San Francisco y uno de los mejores de todo el estado Falcón en cualquier época. Chavistas y no chavistas así lo reconocen hoy. Fuiste electo y reelecto para tres períodos y sólo dejaste de serlo cuando decidiste voluntariamente hacerte a un lado al igual que Stella para dar paso a los liderazgos de relevo. Stella, tu y yo conversamos varias veces sobre el tema y actuamos en consecuencia, por cierto un gesto poco común en la política venezolana. La generalidad es aferrarse al poder.

Más allá de la relación política nació una bella amistad que duró todos estos años y trasciende tu impronta partida. No fue una amistad circunstancial por las relaciones de poder. Fue una amistad sincera y leal que jamás cambió entre dos hermanos de férreos principios. 

Moises, fuiste crítico con varios compañeros y compañeras que durante más de tres lustros estuvieron con Stella y conmigo en las responsabilidades de gobierno y en la lucha política. No entendías, mi leal amigo, como varios camaradas ante el absurdo sectarismo del nuevo liderazgo político en el estado se lavarán la piel cuál leprosos para deslastrarse del mal llamado e inexistente Montillismo. Afirmabas con vehemencia: “No le haré concesiones a nadie sobre mi amistad con ustedes de la cual me siento orgulloso y no justifico a ninguno de quienes lo hacen”. 

Yo te acotaba que no fuera tan riguroso con el juicio a esos compañeros y compañeras porque los dos ya no estábamos activos en la política, mientras esos dirigentes si, y simplemente trataban de reacomodarse a la nueva realidad. 

En junio del año pasado te visité junto a nuestro común y entrañable amigo Carlos Rolinsson en tu casa de siempre y me enteré de tu enfermedad en la pierna. Los médicos recomendaban una amputación urgente, pero tu que durante 13 años llevaste las riendas del gobierno municipal no tenías 1200 $ para hacerte la cirugía. Inmediatamente me active con Stella y entre tres o cuatro amigos reunimos esa cantidad para que te operaran la semana siguiente. Refiero esto solamente para subrayar tu honestidad y rectitud. Jamás, como muchos otros, te aprovechaste de las finanzas públicas para beneficio personal. Tu honradez fue siempre a toda prueba. Eres y serás un ejemplo de un auténtico revolucionario. 

Lamentablemente ya era tarde y las células malas se habían anidados en otras partes de tu organismo lo que lamentable terminó con tu vida terrenal pero te trascendió a la eternidad donde seguro estas junto al comandante Chávez y tantos otros camaradas. 

La última vez que nos vimos fue el 11 de agosto del año pasado en aquella tarde inolvidable en Jadacaquiva, Paraguaná, en la vieja casa de las Ocando que tan generosamente nos atendieron. Fue una especie de reencuentro entre viejos camaradas donde no hablamos de política sino que cantamos las canciones de Ali con él pana José Montecano, comimos chivo asado y tomamos unos traguitos de cocuy bajo la sombra fecunda del centenario cuji. 

Hoy veo ese encuentro y así queda guardado en mi memoria como una suerte de despedida a lo grande, felices, cantando, conversando, con querencia, sin mezquindades, sin rencores, disfrutando la presencia de todos los y las compañeras presentes y en especial la tuya porque cuando llegaste con Carlos Rolinson todos fuimos presurosos a saludarte con mucho cariño contentos de que tuvieras presente. Así quedó registrado en las fotos que nos tomamos contigo en el centro y el resto de los que ya habíamos llegado a tu alrededor orgullosos de que tuvieras allí. 

Moises como lamento no acompañarte en este momento. Te despido en la distancia con las palabras publicadas en su tuiter por Stella quien te amo como un hermano: 

“Moises Aguilar trasciende el cuerpo con su inmensa alma de revolucionario integro, excelente alcalde, hombre bueno noble valiente comprometido con las causas justas. Tu recuerdo será siempre inmaculado. Te amo ❤️ hermano de la vida y de victorias. Honor y Gloria”.

Y como decía Ali querido amigo: 

“Semillas sin tierra no te darán rosas, faltan los amigos que marcharon lejos dentro de la tierra”.

Hasta la victoria siempre 👊

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