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martes, febrero 25, 2025

Monseñor Luis Enrique Rojas: las diferencias nunca pueden ser para dividirnos


En siete meses cumple dos años de su nombramiento, pero enrumba con seguridad y temple los caminos de la Diócesis de Punto Fijo. Monseñor Luis Enrique Rojas Ruiz, un trujillano que siente cada día más el calor paraguanero, con ímpetu lidera una transformación en las iglesias de Paraguaná; cambios que considera siempre son necesarios.

Monseñor Rojas Ruiz es el tercer obispo de la Diócesis de Punto Fijo; antecedido por monseñor Juan María Leonardi, quien murió en el 2014, y por monseñor Carlos Alfredo Cabezas; ambos andinos como el actual obispo que afirma darle continuidad a un trabajo que iniciaron sus antecesores.

“Voy a cumplir dos años en el mes de septiembre, desde que llegué se inició un trabajo y se le dio continuidad a otro que venían realizando los obispos anteriores… Siempre voy con esa mentalidad de darle continuidad a todo lo bueno que se hace en un lugar y mostrar un poco,.., una cantidad de cosas que deben suceder en una diócesis o en cualquier arquidiócesis de Venezuela”.

Con estas palabras, monseñor plantea las acciones que lleva adelante en esta diócesis, caracterizadas por “importantes cambios”, como él mismo los califica. 

“Por eso hay diferentes cambios y cargos dentro del clero, y lo que uno va gestionando y administrando es parte del gobierno en una diócesis; por eso, hubo cambios, hay cambios y continuarán”.

—Los cambios en ocasiones traen resistencia, ¿cómo maneja en el entorno las transformaciones que afirma son necesarias?

Todo esto es conversado, esto no es impuesto. No es que llegamos a los lugares a cambiar y hacer lo que nosotros queremos. Sino que es pensado, puesto en la manos de Dios pero es conversado también con el sacerdote. Es mi forma de hacerlo. Me gusta conversar y preguntarle a ellos mismos (los sacerdotes) y escucharlos de lo que me puedan decir de la realidad que viven en un lugar.

»También puede ser por necesidad pastoral si de repente un sacerdote que está en un lugar lo necesito en otro sitio puedo conversar con él…y así también se toman las decisiones. Siempre tiene que existir eso para que esto no deje traumas ni en el obispo, ni en el sacerdote y cuidando también a la gente que Dios nos ha confiado. 

»Obviamente no podemos actuar tampoco por todo lo que diga la gente o lo que la gente quiera, porque si no nunca vamos a tomar una decisión (…) La idea es que ellos vayan y conozcan otras realidades, incluso para nosotros los obispos o para cualquier otro personaje en cualquier otro ámbito de la iglesia o fuera de la iglesia o la sociedad en general. Ustedes saben que cuando una persona se queda mucho tiempo esto humanamente crea vicios. 

—¿Esto le ha permitido a la diócesis crear un plan para llamar más a la juventud a participar de la iglesia católica?

—Si hay un aspecto y un ambiente que he visto aquí bastante interesante de trabajar es el tema de la juventud … y eso me exige que debo cambiar también el esquema que de repente traía de otros lugares; es otra mentalidad también, otro contexto, y en ese sentido lo estoy haciendo con los jóvenes también, adaptándome a esta nueva realidad y con las propuestas que hoy le tenemos a los jóvenes, dándole participación, dejándolos trabajar, y está dando muy buen resultado.

Ellos tenían aquí un camino bastante transitado, eso me facilita a mi trabajo y me ayuda a poder entenderlos a ellos.

»Aquí las actividades de los jóvenes son impresionantes, la asistencia de ellos a los eventos que nosotros le convocamos y la participación que tienen en cuanto a organización pastoral con los sacerdotes que les acompañan.

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—Uno de los aspectos que más visible se han hecho, en el último año, es la acción que ha tenido el movimiento Emaús. ¿Por qué cree que ha tenido tanta acogida?

—Pudiéramos decir que son momentos que la iglesia ha vivido como lo hizo con otros movimientos. Así se vivió acá en Venezuela con la renovación carismática, con el movimiento de Cursillos de Cristiandad, son ‘boom’ que a veces queremos encontrarle explicación, pero más bien son momentos de los que Dios se vale para que la iglesia continúe en ese dinamismo ganando, no se si es el término, pero ganando adeptos para nuestra fe y nuestra religión. Creo que ahora le correspondió al movimiento de Emaús, y lo están haciendo muy bien.

»En este momento, en la Diócesis de Punto Fijo para nadie es un secreto que los que marcan la pauta son el movimiento Emaús, y los obispos y los sacerdotes estamos llamados a acompañarlos todos por igual. 

Monseñor Luis Enrique Rojas: las diferencias nunca pueden ser para dividirnos
Foto/Yohan Gómez

La iglesia como comunidad cristiana

Para monseñor Luis Enrique Rojas, hay que darle a conocer a la gente que dentro de la iglesia no son sectas, sino una “comunidad cristiana que estamos construyendo todos y todos debemos apoyarnos”.

En virtud de esa iglesia, monseñor destaca la importancia que tiene la juventud para la iglesia católica, de allí la organización de actividades especiales y encuentros como la Jornada Nacional de la Juventud; que en el caso de Punto Fijo se llevó a cabo el pasado 22 de febrero.

—¿Qué significa la Jornada Nacional de la Juventud?

—Sabemos el potencial que hay en la juventud y la riqueza para nuestra iglesia, por eso no podemos descuidarlos. Por eso, el Papa quiere que este tipo de encuentros sean preparatorios para cuando van a ese encuentro mundial con él, que los jóvenes se mantengan activos en cada una de sus parroquias y tengan espacios también propios donde se sientan protagonistas de esta evangelización, sobre todo de lo que iglesia persigue con ellos, para bien de ellos.

Monseñor Luis Enrique Rojas: las diferencias nunca pueden ser para dividirnos
Foto/Freddy Ramírez

»Se busca que dentro de la iglesia consigan sus vocaciones para la vida, no que necesariamente salgan sacerdotes o religiosas, sino que les damos la oportunidad de que tengan su parte recreativa, formativa como líderes dentro de la iglesia; estos muchachos y muchachas son los que van después a ejercer roles en la sociedad como padres de familia, novios y novias, cargos importantes en la empresa pública, privada, en la sociedad en general, …y los jóvenes son un potencial bastante importante.

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—Este año 2025 es particularmente especial para la iglesia católica por celebrar el jubileo, que se celebra cada 25 años, ¿cómo explicarle al católico que no está involucrado con actividades de la iglesia qué significa esto?

—En primer lugar aclarar el término: júbilo es sinónimo de alegría y si la iglesia decreta un jubileo, un momento de alegría para llenarnos nosotros de Dios, pues este jubileo como todos los demás invita a la gente a una reconversión de su vida, a reconocernos que no somos perfectos. Estamos llamados a la santidad, pero mientras estamos en este proceso, Dios nos da la oportunidad -a través de la iglesia- en un momento como este, de detenernos, pensar, voltear la mirada, y de darnos cuenta que tenemos que reflexionar sobre la vida para entrar en un proceso de conversión a través del sacramento de la confesión y de reconocernos pecadores. 

»Si la iglesia da esta oportunidad de ir a los templos jubilares que se tienen, pues cumplir con lo que pide la iglesia; no porque la iglesia sea caprichosa en este sentido sino para darle la oportunidad a la gente, y en ese aspecto la gente irá a cada uno de los lugares a buscar el sacramento de la confesión y de la eucaristía para ganar indulgencia.  Es la oportunidad de recomenzar.

—En marzo del año pasado hubo la Jornada Mundial de Comunicaciones Sociales con el título de la “Inteligencia artificial y la sabiduría del corazón”, con la que el papa Francisco hablaba de una comunicación plena humana, ¿cómo lograrla?

—Lo importante es saber adaptarse a los nuevos tiempos y estas nuevas formas, pero sin deshumanizarnos. El Papa lo que nos pide es que toda esta nueva tecnología sea manifestada o representada  y que no permitamos nunca ser reemplazados, porque el valor de la persona con su dignidad humana y todo lo que significa es totalmente insustituible.

»Lo que significa un ser humano no puede estar por debajo de cualquier invento que se haga, y nosotros desde la fe tenemos un potencial de saber manejar estos medios, incluso me atrevo a decir que sacerdotes y obispos están utilizando la inteligencia artificial, aunque sea por curiosidad… pero no todo depende de ello, ni dejar que mi conocimiento sea dirigido y conducido por ese tipo de herramientas, sino que tengo que ser un ser pensante, que razono, y no dejarle todo a la inteligencia artificial. Es una realidad que vino para quedarse y que tenemos que saber manejar, educarnos primero nosotros para poder ayudar a los demás a cómo utilizarla.

La comunicación en monseñor Luis Enrique Rojas 

Desde su llegada, monseñor Rojas Ruiz mantiene una relación cordial con los medios de comunicación de la región; pudiera decirse que su profesión como comunicador social le permite estrechar cada día lazos con este gremio.

—En la asamblea ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana se le dio una nueva responsabilidad en la comisión de medios de comunicación, ¿cuáles serán y -como comunicador social- cómo ve el tema de la libertad de expresión y los medios en Venezuela?

—En primer lugar, entre las responsabilidades está el acompañamiento, estar con ustedes, sentirme uno más en el medio, de lo que es el mundo de las comunicaciones en general, en el medio periodístico, la información y todo lo que podamos hacer desde acá. Por ejemplo,  si hubiese rechazado o no hubiese tomado como importante este momento hoy acá en la Curia (diocesana) no estará bien claro en la misión que me corresponde en adelante y primero desde acá proyectar el trabajo que puedo hacer.

»Esa retroalimentación en cuanto a lo que exigen las comunicaciones no solo en lo digital, sino que digo que no hay que dejar morir los medios tradicionales, la televisión, prensa y la radio, son medios muy importantes que debemos darle vida.

monseñor luis enrique rojas

»Además, fui ratificado en al Asociación para la Educación Popular (Apec) donde venía haciendo un trabajo de tres años, pero como le he dicho a todos, Dios no te pide más de lo que tú puedes dar, y si en estos momentos me pide con todo al frente, él sabe lo que me está pidiendo.

—La iglesia católica se caracteriza también por ser una institución mediadora, con un mensaje de diálogo, con respecto a la situación del país. Desde la Diócesis de Punto Fijo ¿ha tenido la oportunidad de escuchar y plantear inquietudes al gobierno regional?

—Creo que comenzamos con buen pie. Agradezco a las autoridades, en la persona del señor gobernador del estado Falcón y el alcalde del municipio, para el momento, quienes estuvieron al frente junto con los sacerdotes de organizar y ofrecer una buena bienvenida al nuevo pastor de esta iglesia que me corresponde a mi; después con la nueva autoridad también tengo muy buena relación y se muestra bastante abierto a esa posibilidad de hablar en función de la gente y del pueblo que Dios nos ha confiado a todos como autoridad, a ellos como autoridad civil y a mi como eclesiástica, y trabajar por el mismo pueblo.

»Tenemos que ser instrumento para tender puentes, de comunicación, de diálogo, de encuentro, para ayudarnos, porque trabajamos y nos debemos es a la gente que Dios no ha confiado, es lo mejor que tenemos que hacer, aunque existan diferencias. Las diferencias no pueden ser para dividirnos o para alejarnos sino para aprender los unos de los otros para lograr un buen fin para todos, no para un grupo o para un sector.

»Hay gente muy buena en todos los ambientes, tanto en la iglesia como fuera de la iglesia y yo creo que con toda la bondad que existe en nuestros ambientes logramos vencer toda la maldad que pueda en algún momento tocarnos. 

Asimismo, monseñor aprovechó para explicar que la iglesia católica paraguanera en materia de proyectos tiene la posibilidad de recibir ayuda de organizaciones internacionales, pero además trabaja en acciones pastorales, entre ellas, el relanzamiento del nuevo plan pastoral, pero tomando en cuenta un proyecto que ya existía.

En cuanto a lo vocacional,  así como trabajan los obispos, los sacerdotes tienen su responsabilidad, además en el plano de catequesis -afirmó- se quiere implementar el nuevo itinerario catequístico de las cuatro etapas que contempla una formación más sólida. Si se habla de las estructuras religiosas, monseñor apuntó que han recibido apoyo del gobierno regional y municipal para atender los daños en algunos templos.

Preocupación por la salud del papa Francisco

“Hay una cadena de información y de oración por la salud del Santo Padre, que con 88 años de edad siempre ha tenido complicaciones a nivel pulmonar. Nos queda apoyarlo desde acá con la oración y pedir al Señor que tengamos Papa por más tiempo, que él sienta esa oración”.

Monseñor a los paraguaneros

“Que sigamos haciendo todo lo que tengamos que hacer, que sigamos cumpliendo con nuestras responsabilidades y compromiso; no como si nada estuviera sucediendo, pero tampoco cayendo en un estado depresivo o que voy a esperar que otro me solucione el problema, sino que cada quien siga haciendo lo que le corresponde hacer porque ese es parte del milagro”.

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Laura Arismendi
El periodismo...mi forma de vida.

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