Una madre, identificada como Eva Morales de 32 años, mató a sus hijos, Brandon y Jannia Morales Marrufo, de siete y tres años; luego intentó suicidarse.
Eva provocó múltiples heridas mortales a sus hijos, 27 en el caso del niño y 14 en la niña. Utilizó una navaja tipo “cutter” y unas tijeras en una escuela local.
Los pequeños eran hijos de un hombre conocido como “el Charro”. Llevaban el apellido de su madre al no haber establecido este hombre una relación marital. Tampoco reconoció legalmente a los niños.
El escenario macabro se descubrió en un salón de clases cerrado, sugiriendo una acción premeditada. La tragedia ocurrió en Tamazula, Durango (México).
Además, se encontraron armas en el lugar de los hechos, mientras una nota escrita por Eva en el aula detallaba su decisión de quitarles la vida a sus hijos. Allí apuntó supuestas amenazas del padre de llevarse a los niños.
Tras el terrible acto, Eva intentó quitarse la vida pero sobrevivió. Fue descubierta por una transeúnte que alertó a las autoridades al ver los cuerpos de los pequeños a través de las ventanas del aula.
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Eva fue encontrada herida pero con vida y trasladada a una clínica en Culiacán, Sinaloa, donde recibe atención médica y enfrenta cargos por el asesinato de sus hijos.
Con información de 2001
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