Jorge Luis Castillo Corzo, de 55 años, perdió la vida tras sufrir heridas graves cuando fue atacado por su gallo de pelea. Este insólito y lamentable incidente ha dejado consternada a la comunidad en la provincia peruana de Barranca.
El criador resultó herido dentro de la jaula donde se llevaba a cabo el combate, un espectáculo que, pese a las críticas, continúa siendo considerado una tradición cultural en varias regiones del Perú.
Las lesiones fueron ocasionadas por unas espuelas metálicas adheridas a las patas del gallo, diseñadas para aumentar la agresividad y letalidad durante las peleas.
A pesar del intento de los presentes por detener la pérdida de sangre, Castillo Corzo sufrió una hemorragia masiva imposible de controlar. La gravedad de las heridas, causadas por un accesorio utilizado específicamente para atacar, ocasionó que falleciera poco después en un hospital local.
Actualmente, la Policía Nacional está llevando a cabo investigaciones para determinar los hechos exactos que derivaron en este trágico accidente.
Este acontecimiento ha vuelto a encender el debate sobre las peleas de gallos en el país. Para algunos, estas contiendas son una manifestación de herencia cultural profundamente arraigada. Sin embargo, otros cuestionan tanto los riesgos inherentes para los animales como el peligro que representan para las personas involucradas.
Puedes leer: Abuela de 90 años murió quemada en incendio de apartamento
La muerte de un criador a manos de un gallo armado con sus propias herramientas de combate genera profundas reflexiones sobre los peligros vinculados a este tipo de entretenimientos.
Este incidente insta a las autoridades y a la sociedad a replantearse la regulación y viabilidad de esta práctica en términos de seguridad pública y ética.
Con información de 2001
Otras noticias de interés
