Francisco Borregales cuenta la historia una y otra vez. Ocho días después, casi con exactitud, revive los momentos del pasado 29 de mayo. Ese día, no solo naufragó la lancha que tripulaban pescadores de Falcón; sus amigos, con quienes pescaba a diario en Punta Cardón, desaparecieron.
Borregales es hasta ahora el único pescador rescatado del naufragio de la lancha “Las 5F”, donde salió a pescar junto a Juan Carlos Weffer y Nelson Saavedra, quienes permanecen desaparecidos.
Su relato es revivir junto a él las horas que estuvo a la deriva junto a sus compañeros, con quienes cada tarde, alrededor de las tres, salía a pescar para tener “un extra” de ingresos.
Francisco relata que salieron de la bahía de Punta Cardón a las 3:20 de la tarde. En esta zona, cercana a la refinería Cardón en Punto Fijo, acostumbraban a pescar : “Siempre nos preguntamos a qué punto íbamos a pescar ese día. Pues entonces ese día, en el carro íbamos comentando que íbamos a pescar ahí detrás del muelle del Coquer, que la brisa estaba más suave”.
Allí, con la lancha pegada al costado de uno de los tanqueros cercanos al muelle de la refinería, lanzaron el ancla y comenzaron su faena. La picada era buena, llevaban a casa una aceptable cantidad de pescado, por eso, aunque pensaban en regresar un poco más temprano, decidieron quedarse unos minutos más.
Pero solo diez minutos bastaron para que la brisa se intensificara: “Se prendió la brisa del norte, del sur, nos bañaba el agua, entonces… le digo a Juan Carlos, ya vamos a recoger, vamos a recoger para irnos. Recogimos rápido”.
Juan Carlos, Francisco y Nelson levantaron el ancla, encendieron el motor y pusieron proa hacia la bahía de la playita Manaure; una zona muy cercana a su punto de partida en Punta Cardón. Francisco recuerda que tomaron dirección hacia el muelle 1 y, luego de diez minutos de navegar, vinieron las olas: “Nos cayeron dos, dos olas del norte y del sur”.
El panorama cambiaba. La lancha se inclinó de frente, “no hubo manera de levantarla”. Los minutos siguientes de desespero a Francisco no se le olvidan. Los recuerda con claridad y vuelve a sentir la angustia; ningún esfuerzo fue suficiente para mantener la lancha a flote. Ahora solo quedaba buscar los salvavidas para mantenerse a flote.
Pescadores desaparecidos de Falcón, el relato
Cada momento no solo se repite en la memoria de Francisco; es un relato que, desde que pisó tierra, muchos quieren escuchar. Los minutos en los que la lancha se hundió jamás los olvidará.
—Le veo la cara, le veo la cara de asombro (a Juan Carlos) y volteo hacia la lancha que va para abajo y me dice: ‘los salvavidas’.
»Los salvavidas estaban ahí, donde él va, en la parte del motor. A Juan Carlos se los subí, cuando me agacho por tercera vez, porque estaban regados.
»Me dice Juan Carlos: ‘Francisco, tira el ancla’. ¿Qué ancla voy a tirar? O sea, la lancha es una lancha grande, me paré y caminé…, donde están los bancos, hasta proa son como siete metros. Agarré el ancla, no me acuerdo si la saqué de la lancha, no me acuerdo…
El nerviosismo se apoderó de los tres. Mientras tanto, la lancha seguía hundiéndose. Francisco veía cómo su salvavidas estaba como a 15 metros; Juan Carlos lo animaba para que nadara con calma y pudiera buscarlo.
“Juan Carlos venía atrás de mí, me acompañó un pedazo. Se paró, me decía: ‘tranquilo, Francisco, flota, anda flotando, llégale despacio…. hasta que lo agarré, me lo puse, me volteé y empecé a silbarlo”.
Así se comenzaron a comunicar. Pasaban las horas, ya calculaban las doce de la noche y los tres seguían pidiendo auxilio. Venían los barcos, las luces, pero nadie los escuchaba. Nadie respondía. Los barcos comenzaron a alejarse de su mirada. Solo se escuchaban entre ellos tres, pero no se volvieron a ver.
“Nunca los vi, nunca los vi, porque no supe cómo y si iban flotando con el tanque de la gasolina, porque nunca me dijeron, o si iban con los chalecos puestos o los llevaban en sus manos”, rememora Francisco.
— ¿En qué momento dejó de escucharlos?
— En la madrugada, o sea, cuando empecé a abrirme completamente… el barco me quedaba hacia el norte por completo… entonces los gritaba, los oía más lejos, los gritaba, los oía más lejos.
Y de un momento a otro sus voces dejaron de escucharse. Francisco pensó que sus compañeros pudieron haberse agarrado de la cadena del barco. Pero no fue así.
“Eran momentos de desesperación para mí, pero ahí, batallando con el agua, ya no veía, y a esta hora no veía ya claridad, sino que veía pura nube”.
Y así llegó la tarde, calcula dos o tres, cuando una lancha comenzó a acercarse donde estaba Francisco. Eran hombres con facciones wayuu, venían desde la zona de Zazárida.
—Me hicieron seña con un banderín, con una boya… el del motor fue el que me hizo la seña y me levantaron.
Francisco ya fue rescatado y, a bordo de una lancha, intentó buscar a sus amigos. Navegaron media hora, pero no los vieron.
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El clamor por los pescadores desaparecidos en Falcón
La tragedia no termina aún. En casa de los Weffer, desde hace once días, se reúnen las dos familias a la espera de noticias. Mientras, en la costa del occidente falconiano que colinda con el estado Zulia, otro grupo de familiares, junto a organismos y pescadores, mantienen el rastreo terrestre y marítimo. Esperan que llegue la noticia de la activación de un operativo aéreo para ubicar a estos dos pescadores de Falcón.
Yenmy Germán, familiar de Juan Carlos Weffer, relató que las labores de búsqueda se iniciaron el viernes 30 en la mañana con el acompañamiento de la Zodi Marítima Falcón; el caso está actualmente bajo las actuaciones de la Zodi Zulia para las labores de búsqueda por las costas zulianas y la frontera con Colombia.
“La petición principal y primordial, urgente, que la estamos haciendo desde el primer día de búsqueda, es el rastreo aéreo”, precisó.
Para ambas familias de estos pescadores de Falcón, la angustia se intensifica. “Sabemos que cada segundo cuenta en la condición en que ellos deben estar. Hay muchos elementos que nos hacen pensar que ellos están vivos, que están en alguna parte, que están en tierra. Por favor, les pedimos a las autoridades ejercer las investigaciones pertinentes y adecuadas ante este caso”.
“Solicitamos y agradecemos a la Gobernación del Zulia. No se olviden de nosotros, que nos tengan compasión porque estamos desesperados”.
Guillermo Weffer, padre de Juan Carlos.
—¿Por qué el tema del rastreo aéreo ha sido tan difícil para poder activarlo y atender el llamado que ustedes hacen? —Nos han dicho las autoridades de aquí, con quienes hemos tenido un contacto directo y nos han explicado inclusive con mucha diligencia las coordenadas de búsqueda, que las peticiones se han hecho ante la Gobernación del estado, y ante la Redi y Ceofanb; como entes máximos en materia militar para el tipo de rastreo aéreo, pero no han recibido respuesta positiva”.
“Yo como compañero… pido el apoyo. Doy gracias a las personas que han apoyado todo. Pido a los entes gubernamentales, los que puedan apoyar en la labor de rescate, se los ruego, apoyen”.
Francisco Borregales.