Las medidas que tomen los líderes políticos este año serán decisivas para alcanzar el objetivo de acabar con el Sida como amenaza para la salud pública en 2030.
Afirmó este lunes la agencia de la ONU dedicada al combate de la enfermedad. Las cifras de 2023 muestran una mejora global en el número de nuevas infecciones, el tratamiento de pacientes seropositivos y un descenso en la mortalidad, pero ONUSIDA recordó que la pandemia ha matado a más de 42 millones de personas y que el progreso continúa siendo frágil.
En 2023, un poco menos de 40 millones de personas vivían con el virus causante del sida, el VIH, revela el informe anual de la organización.
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El año pasado se registraron alrededor de 1,3 millones de nuevas infecciones, 100.000 menos que en 2022, lo cual supone además un descenso significativo respecto al máximo de 3,3 millones alcanzado en 1995.
Pero ONUSIDA no está satisfecha porque el objetivo de no más de 330.000 infecciones en 2025 parece inalcanzable.
Con información de DW
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