El sacerdote Jesús Eduardo Camacho enseña que a medida en que los hombres se amen, serán semejantes a Dios.
En la predicación de este domingo, el presbítero Jesús Eduardo Camacho de la parroquia El Buen Pastor de Coro explicó que el hombre debe amar al prójimo como Jesús nos amó.
En el quinto domingo de pascua, el padre leyó el evangelio de San Juan, exactamente en el pasaje de la última cena del hijo de Dios.
El párroco de el Buen Pastor acota que este pasaje es expuesto por los biblistas, como el testamento espiritual de Jesús.
Camacho resume que el cumplimiento del mandamiento del amor traerá buenas recompensas en el plano espiritual y terrenal.
Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros. (Juan 13:34)
Dos modelos de amor
El padre Jesús Eduardo comenta que el evangelio presenta dos modelos de amor en el pasaje de la última cena.
El primero, el amor de Judas; el cual representa el amor egoísta, que se aprovecha y hace negocio del otro, se victimiza para lograr sus propósitos.
“Es un amor mal sano, que no produce ningún bien y que no procura verdaderamente la felicidad” dice el padre.
El presbítero recalca que contrario a ese modelo está el de Jesús, que es un amor autentico, generosidad, entrega, sacrificio y que sin merecimiento de nuestra parte se da en cada una de las personas.
“Jesús nos enseña que el amor es un mandamiento y distintivo; un mandamiento porque es algo que se debe hacer (…) ser discípulo del señor implica amarnos y tendríamos que cada uno revisarnos en el amor, porque a medida que amemos seremos semejantes a Dios” acota.