A mi juicio, el gran invento de la humanidad de este último siglo es haber descubierto transformar la radiación solar a electricidad.
Para ello crearon los paneles solares fotovoltaicos que toman la luz solar y la convierten en electricidad. Ellos, están compuestos de células fotovoltaicas, que son pequeños dispositivos semiconductores que absorben la luz solar y la convierten en electricidad mediante un proceso conocido como efecto fotovoltaico.
En el presente un panel o modulo solar, tiene comercialmente las siguientes medidas: aproximadamente 2 metros de alto, 1 metro de ancho y cada uno pesa 28 kilogramos.
La corriente que genera los paneles solares es continua y para transformarla en corriente alterna, que es la que usamos en nuestras casas, utilizamos el inversor solar.
Para transportar la corriente continua que sale de los paneles solares y llevarla hasta el inversor usamos cables fotovoltaicos. Ellos están diseñados para resistir las condiciones climáticas más adversas. Son un poco más gruesos que un cable normal de los que están instalados en nuestros hogares.
El inversor solar es el encargado de convertir la corriente continua, generada por los paneles solares, en energía que pueda ser consumida por los electrodomésticos de los que disponga la vivienda o lugar donde se encuentre la instalación fotovoltaica. Ofrece resultados iguales a los de la red eléctrica convencional.
Para el caso venezolano, se recomienda usar Inversores solares híbridos: por ser dispositivos versátiles y avanzados, siendo capaces de trabajar con baterías solares y la red eléctrica. Esta adaptabilidad los convierte en una opción altamente conveniente para obtener un mayor retorno de inversión, porque nos da la opción de vender la energía producida, es decir, convertirnos en minoristas de electricidad.
Sobre las baterías solares diremos que su principal función es almacenar la energía excedente que producen los paneles solares para su uso posterior. Es decir, se dispondría de dicha energía solar acumulada en el momento que se requiera, ganando así independencia energética.
Para la realidad venezolana, se recomienda usar baterías de litio porque se trata de una batería que no requiere de mantenimiento ni emite gases. Y ya existen tecnologías que las ofrecen hasta con 30 años de duración.
Finalmente la bella Venezuela, dispone de una de las mejores y consistentes radiaciones solares del continente a lo largo del año.
Tenemos todo para ser felices!!
@lubio_lenin_cardozo