El Papa León XIV, desde el Palacio Apostólico, compartió su inquietud por el reciente panorama en Medio Oriente. Advirtió sobre el peligro latente de una escalada de violencia tras los ataques aéreos efectuados por Estados Unidos en territorio iraní.
Durante la ceremonia del Ángelus, ante una multitud de fieles congregados en la Plaza de San Pedro, el pontífice resaltó la responsabilidad moral de cada nación en detener la espiral de conflictos antes de que este se torne incontrolable. Se refirió a las noticias preocupantes provenientes de Irán, país afectado por los ataques nocturnos estadounidenses.
Señaló el riesgo que supone la intensificación de rivalidades entre potencias, que amenaza con opacar la urgente atención a la población civil en zonas como Gaza y en otros territorios palestinos.
Dirigiendo su mensaje a los líderes globales, el Papa recordó que la dignidad humana trasciende las fronteras de los conflictos y subrayó que la guerra, lejos de resolver problemas, los potencia. Advirtió sobre las cicatrices duraderas que los conflictos dejan en las sociedades y sobre el sufrimiento infligido a civiles inocentes.
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En un llamado a la acción diplomática, el Papa exhortó a la comunidad internacional a abandonar las vías de confrontación armada en favor de soluciones pacíficas y dialogadas. Enfatizó que la diplomacia debe silenciar el estruendo de las armas, permitiendo que las naciones construyan su porvenir a través de la paz y la cooperación, no de la violencia ni los enfrentamientos brutales.
Con información de Globovisión/Infobae
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