El presidente de Bolivia, Luis Arce, emitió este domingo su voto en la ciudad de La Paz en las elecciones generales del país, marco en el que garantizó que en noviembre venidero cumplirá con una transición democrática y ordenada para quien resulte el próximo mandatario.
Más de 7,9 millones de ciudadanos están habilitados este domingo en Bolivia para poder votar por presidente, vicepresidente, senadores, diputados y representantes supra-estatales.
La Asamblea Legislativa Plurinacional renovará 36 escaños en el Senado y 130 en la Cámara de Diputados, además de nueve delegados ante organismos internacionales, en un contexto de expectativa y polarización.
Poco después de la apertura de las urnas, Arce llegó a la Unidad Educativa Miguel de Cervantes, en la zona residencial de Miraflores, en la ciudad de La Paz, en medio de un ambiente de contraste entre aplausos de seguidores y abucheos de opositores, luego de ser recibido con gran despliegue de seguridad.
El voto en Bolivia es obligatorio y se presenta como uno de los principales ejercicios de participación ciudadana.
Tras depositar su papeleta en la urna, el presidente boliviano evocó el clima de tensión vivido en 2019 y subrayó que la actual elección transcurre en condiciones distintas, bajo la garantía del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El presidente de Bolivia cumplirá la Constitución
Aseguró que su Gobierno cumplirá de manera estricta la Constitución y el cronograma definido por la autoridad electoral.
Arce sostuvo que su gestión pasará a la historia como un Gobierno que «recuperó y preservó la democracia», además de que en este año del Bicentenario entregará un país con una transición ordenada.
«El mes de noviembre (…) de acuerdo al cronograma que ha hecho el Tribunal Supremo Electoral, vamos a cumplir ese cronograma. Vamos a cumplir con la Constitución y vamos a entrar a la historia como un Gobierno que ha cumplido con lo que el pueblo le mandó», sostuvo Arce.
Comentó que la jornada electoral de este domingo se desarrolla con normalidad y evocó la incertidumbre que en meses pasados rodeó al proceso.
«Hoy es un día muy importante para todo el país y pese a quienes creían que no íbamos a llegar a este día, lo hemos alcanzado felizmente con todo el esfuerzo que hemos hecho desde el Gobierno nacional», declaró Arce.
El TSE ha habilitado 34.026 mesas de sufragio en 5.727 recintos del territorio nacional, al tiempo que las mesas permanecerán abiertas de las 08:00 a las 16:00 hora local, aunque al cierre de la jornada las personas que aún hagan fila podrán ejercer su derecho al voto.
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Más de 3.500 observadores también participan en lo que el presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, describió como «el despliegue más amplio de control electoral en la historia democrática del país».
Bolivia encara de esta manera uno de los procesos electorales más vigilados de su historia reciente, al estar en juego también la credibilidad democrática, en el marco del Bicentenario de la Independencia (6 de agosto).
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