El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. (Foto/Xinhua)
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó en una reunión con los 27 gobernadores del país, que el poder público precisa asegurar al pueblo brasileño que “la diseminación del odio acabó” y que actos como la invasión a los tres Poderes del Estado, el pasado 8 de enero, no pueden repetirse.
En su primer encuentro con los gobernadores desde su posesión presidencial, el pasado 1 de enero, el mandatario brasileño garantizó también que no hará distinción en la relación con los estados, más allá de quienes puedan haber sido aliados del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022).
“Demostraremos al pueblo brasileño que la diseminación del odio acabó. Que no se repita lo que ocurrió el 8 de enero. Vamos a recuperar la democracia en este país, y la esencia de la democracia es hablar lo que uno quiera, siempre que no obstruya el derecho del otro a hablar. Por eso digo que Brasil volverá a la normalidad“, dijo.
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Lula afirmó que no distinguirá entre gobernadores que le apoyen o se opongan al gobierno. Será una señal de pacificación de la política, además no habrá “veto” a las peticiones de los gobiernos estatales y considerarán sus demandas.
“En cada estado al que vaya visitaré la oficina del gobernador, a menos que él no quiera. No haré como los terroristas y asaltaré la oficina del gobernador. Pero no quiero llegar a un estado y tener al gobernador como enemigo porque votó a fulano o a mengano”, enfatizó.
En la reunión en el Palacio de Planalto en Brasilia, participó también el vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin. Igualmente, ministros y representantes legislativos, además de los gobernadores de los estados y el Distrito Federal.
