Protestas en Alaska antes de cumbre Trump-Putin


Varios centenares de manifestantes en la ciudad de Anchorage (Alaska) se concentraron para rechazar la llegada este viernes de Vladímir Putin, el primer presidente ruso que visita la antigua colonia y que se verá con su homólogo estadounidense, Donald Trump, quien busca regresar de este histórico cara a cara con un compromiso de paz para Ucrania.

«Putin es un criminal de guerra y no le deberíamos estar dando bienvenida a nuestro país y mucho menos a Alaska», señaló, Rachel Coney, unos de los alrededor de 500 manifestantes que se concentraron en Anchorage, la ciudad más grande del estado de Alaska, donde este viernes se verán en una cumbre inédita Trump y Putin.

Con un mar de banderas de Ucrania, girasoles y carteles con lemas como «no queremos criminales de guerra en Alaska, ni felones en la Casa Blanca», vecinos de Anchorage mostraron su rechazo a la visita del mandatario ruso en un ambiente festivo.

«Llevamos protestando desde que Trump comenzó a comportarse como un monarca, pero esta es la concentración más grande que hemos visto hasta ahora», señala Marie Allen Lambert, que coincide con otros que los habitantes de Alaska son muy orgullosos de su tierra y no celebrarán la llegada del presidente ruso, que tiene un orden de arresto de la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra.

En Alaska protesta a Putin y a Trump

«Alaska está con Ucrania» rezan algunos carteles en una comunidad que habla de el Estados Unidos continental como «los de más abajo del 48», el paralelo que los divide del resto del país, que los aceptó como estado solo en 1959, en plena Guerra Fría.

«Trump no se merece ningún premio Nobel de la Paz. No tiene el interés de los ucranianos en mente y, de hecho, es responsable de muchas muertes de niños, empezando por las muertes de muchos estadounidenses durante la pandemia del COVID-19», señala Coney.

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Esta ciudad de 300.000 habitantes, que vive ahora sus meses de verano más turísticos bajo el largo sol del invierno ártico, recibe esta cumbre ruso-estadounidense con curiosidad, pero en general ajena al devenir de periodistas y aviones oficiales rusos que anteceden a la cumbre.

Por primera vez, un presidente ruso pondrá el pie en la que fuera colonia de la Rusia imperial hasta 1867, cuando fue vendida por 7,2 millones de dólares (unos 100 millones de dólares en la actualidad) a Estados Unidos.

Con información de DW

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