La queratopigmentación, un procedimiento que implica tatuar la córnea para alterar el color de ojos, constituye una técnica controvertida en el ámbito oftalmológico.
Según el secretario general de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), José Antonio Gegúndez, esta práctica implica ciertos riesgos y complicaciones.
Al pigmentar la córnea, se genera un cambio en su transparencia, lo cual podría obstaculizar futuras intervenciones oftalmológicas, como examinar la retina o llevar a cabo cirugías oculares.
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Este proceso, irreversible por naturaleza, implica la introducción de un pigmento permanente en la córnea, similar a un tatuaje en la piel, cuya seguridad a largo plazo carece de evidencia científica sólida.
Se han reportado casos de infecciones graves y complicaciones corneales, como la pérdida definitiva de transparencia, que pueden requerir incluso un trasplante corneal como solución.
Cambiar color de ojos no tiene seguridad científica
La falta de respaldo científico respecto a la seguridad de esta práctica plantea serias dudas sobre su idoneidad y sensatez.
A pesar de que el número exacto de intervenciones de este tipo es desconocido para la SEO, algunas clínicas han afirmado haber realizado un número considerable de procedimientos de queratopigmentación.
Aunque estas cirugías no son comunes, su costo puede llegar a ser elevado, alrededor de seis o siete mil euros.
Es importante destacar que estas operaciones son realizadas por oftalmólogos en ciertas clínicas, una práctica que ha sido cuestionada por la SEO.
Los profesionales de la salud ocular deben atenerse a los principios éticos y deontológicos de la medicina, priorizando el bienestar y la seguridad de los pacientes.
La ausencia de respaldo científico válida para respaldar la seguridad y eficacia de la queratopigmentación plantea serias preocupaciones sobre su práctica y su impacto en la salud ocular de los pacientes.
Con información de 800 Noticias
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