A casi dos semanas de la toma de posesión del presidente Donald Trump en los Estados Unidos el pasado 20 de enero, la incertidumbre se mantiene sobre la postura sobre Venezuela que tomará la nueva administración estadounidense.
Mientras, por un lado, revocó la extensión del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) a los migrantes venezolanos, por otro, algunos representantes de su gobierno han manifestado públicamente su respaldo a la oposición venezolana y el intento por favorecer una transición democrática en el país.
Entre ellos está Marco Rubio, antiguo senador por el estado de Florida y ahora Secretario de Estado de los EE. UU. A comienzos de enero, durante una audiencia en el Senado, afirmó que Venezuela “está gobernada por una organización de narcotráfico” que se hizo con el poder del Estado.
Una de esas dudas, por ejemplo, la genera que las licencias que permiten a compañías petroleras como Chevron operar en Venezuela continúen activas, permitiendo al Estado venezolano recibir nuevos ingresos.
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Éstas habían sido implementadas por la Administración de Joe Biden a cambio de que el gobierno de Maduro permitiera mejores condiciones a la oposición frente a las elecciones presidenciales del 28 de julio y, por ende, reconociera los resultados.
Con información de El Universal