El tenista español logró imponerse en Roland Garros pese a un problema de dolor crónico en su pie izquierdo. ¿De qué se trata este problema y cómo ha podido jugar pese a ello?
«Es obvio que en las circunstancias en las que estoy, no puedo seguir jugando».
Esta fue una de las potentes declaraciones de Rafael Nadal tras coronarse campeón de Roland Garros el domingo, un torneo en el que logró triunfar pese a haber jugado con un pie completamente dormido.
El tenista español, de 36 años, recibió múltiples inyecciones durante la competencia, en la que ganó su título número 22 de Grand Slam.
Sin embargo, dijo que no quiere seguir jugando si continúa necesitando anestesia para anular el dolor que siente a raíz de un problema crónico en su pie izquierdo.
¿Pero qué problema tiene Nadal exactamente en el pie y cómo puede solucionarlo?
Síndrome de Mueller-Weiss
El 14 veces campeón de Roland Garros sufre lo que se conoce como Síndrome de Mueller-Weiss.
Esta es una rara condición degenerativa que afecta uno de los huesos del pie, y que explica por qué se lo vio cojear en el Masters de Roma (conocido anteriormente como el Abierto de Italia) 10 días antes de que comenzara Roland Garros.
El síndrome afecta al hueso navicular (también llamado escafoides tarsiano del pie), un pequeño hueso que forma parte del tarso y que tiene 6 caras.
Este hueso recibe varias presiones, y por motivos que se desconocen, pierde vascularización -es decir, el flujo sanguíneo- y esto produce episodios de necrosis que debilitan el hueso.
En los casos más severos y en «la gente que pone mucha presión en el pie, el hueso se desintegrará, se aplanará, puede fragmentarse y transformarse en osteoratritis», le dijo a la agencia AFP Didier Mainard, presidente de la asociación francesa para la cirugía de pie y director de cirugía ortopédica del Hopital Nancy, en Francia.
En síntesis, el problema desgasta el hueso y produce un dolor intenso en el dorso del pie.
El síndrome puede afectar a uno o a los dos pies, y normalmente lo sufren más mujeres que hombres, entre los 40 y los 60 años.
Tratamiento
El tratamiento depende mucho de cada paciente y del grado de avance de la condición.
En casos más leves, el descanso así como el uso de plantillas ortopédicas pueden ayudar a disminuir el dolor.
También se utilizan tratamientos con antiinflamatorios o infiltraciones, y cuando el estado es muy avanzado y el hueso se ha desintegrado se requiere cirugía.
Con información de: El Nacional