Una de las preocupaciones de los pacientes al finalizar los tratamientos oncológicos es si recuperaran el pelo perdido.
Generalmente, los efectos secundarios de la quimioterapia influyen negativamente sobre la calidad de vida de los pacientes, en quienes además estos producen un gran temor. Entre ellos, la caída de cabello es uno de los que más afecta e impacta en los pacientes. Veamos por qué sucede.
Muchas terapias contra el cáncer pueden afectar a la piel y al pelo, aunque lo harán de manera diferente según su mecanismo de acción.
«Las que fundamentalmente lo hacen son los fármacos de quimioterapia clásica. ¿Por qué? La quimioterapia, en ocasiones, utiliza fármacos que atacan al ciclo celular, es decir a las células que se están replicando, como las del tumor que tratamos. Pero también tenemos de manera natural células que tienen un ciclo celular muy activo y se replican continuamente, como las de la matriz del folículo piloso, que hace que nuestro pelo crezca», aclaran especialistas.
Desde la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) señalan en este sentido que los fármacos quimioterápicos actúan sobre las células cancerígenas, que derivan de células sanas, y con las que comparten procesos metabólicos y funcionales. «De ahí que, cualquier fármaco que actúe sobre ellas, también lo hará sobre las demás células del organismo.
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Las células más afectadas por el efecto citotóxico de la quimioterapia son aquellas que comparten características con las células tumorales, especialmente la multiplicación celular a gran velocidad, como son las de los folículos pilosos, de la médula ósea, el tubo digestivo y el sistema reproductor», resalta.
En referencia a la pérdida de cabello fruto de la quimioterapia, objetivo de este artículo, que no solo se pierde el pelo de la cabeza, sino también, y en muchas ocasiones, el de las cejas, el de los brazos, o el de las piernas.
«El pelo tiene 3 ciclos: ‘anágeno’ o crecimiento, ‘catágeno’ o reposo, y el ‘telógeno’ o caída. El 80% de nuestro pelo está en anágeno y eso hace que paulatinamente crezca. Estar en anágeno implica que las células de la matriz del folículo piloso se están replicando para producir nuevo pelo. Si la quimioterapia ataca a esas células, estas se destruyen y el pelo cae súbitamente», explica el especialista de Ruber Internacional Centro Médico Masó.
Gorros que evitan la caída del cabello
En este punto, el doctor Rodríguez recuerda que existen unos gorros especiales capaces de producir enfriamiento capilar y reducir mucho este tipo de alopecia: «El enfriamiento del cuero cabelludo con un gorro conectado a una máquina que controla electrónicamente la temperatura ha demostrado su eficacia en muchos casos para evitar o reducir la caída del cabello durante el tratamiento de quimioterapia».
Detalla que el mecanismo hace que los vasos sanguíneos de la dermis se contraigan, lo que provoca un menor flujo sanguíneo a los folículos pilosos durante el periodo de máxima concentración plasmática del fármaco quimioterápico, impidiendo que este llegue a las células de la matriz del folículo piloso.
¿Se recupera el cabello perdido?
Una de las preocupaciones de los pacientes al finalizar los tratamientos oncológicos es si recuperaran el pelo perdido. En este sentido, el doctor señala que el pelo tiende a recuperarse, tras terminar totalmente la quimioterapia, y dependiendo de la longitud original unos 3-9 meses.
«En ocasiones por desgracia, el pelo no vuelve a su estado original. Puede cambiar en su textura o forma, ya que las células que han quedado pueden haber quedado dañadas», admite el especialista.
Con información de 800 Noticias