Durante una fiesta en Puente Piedra, Perú, un sicario venezolano ha sido acusado de desencadenar un tiroteo que sembró el pánico entre los presentes. El incidente, que tuvo lugar en el asentamiento Laderas de Chillón, se produjo durante una «pollada bailable» y resultó en cuatro personas heridas.
Las cámaras de seguridad captaron el momento en el que un individuo encapuchado ingresó al evento y disparó indiscriminadamente, sin importar la presencia de familias y niños. Incluso se registró un instante en el que una mujer, con un bebé en brazos, intentó detener al agresor, quien apuntó con su arma y aparentemente simuló un disparo, aunque se desconoce si fue un mal funcionamiento del arma.
Las autoridades identificaron al presunto agresor como Rubén Valencio Mejilla, un joven venezolano de 20 años que había llegado al Perú desde Colombia apenas una semana antes del ataque. Según investigaciones preliminares, se sospecha que el tiroteo fue un ajuste de cuentas entre bandas vinculadas al narcotráfico en la zona.
Las personas heridas en el suceso tienen antecedentes por tráfico de drogas. Se reveló que el venezolano detenido fue contratado por ciudadanos colombianos para llevar a cabo el ataque a cambio de 900 soles (aproximadamente 250 dólares).
Tras el incidente, la policía implementó un operativo en la zona que resultó en la captura del sospechoso en los cerros cercanos. Lograron recuperar el arma utilizada en el tiroteo. El detenido enfrenta acusaciones por tentativa de homicidio calificado y está bajo custodia en la comisaría de La Ensenada.
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Los cuatro heridos están fuera de peligro y serán parte de las indagaciones para esclarecer el incidente.
Con información de 2001
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