Las autoridades hallaron el cuerpo del joven de 18 años de edad en el río Guaire el pasado 23 de agosto; y tras la autopsia realizada se determinó que el joven tenía signos de tortura y estrangulamiento.
Su madre, entre sollozos, asegura que a su hijo Luis Octavio, quien fue localizado muerto en el Río Guaire, “lo estrangularon, le quitaron las uñas y lo despojaron de sus prendas”. El joven ni siquiera llegó a cumplir su sueño de registrarse en la Unes para estudiar y ser oficial de la policía
La autopsia practicada a Luis Octavio Román Blanco, quien vino desde Puerto Ayacucho a Caracas con su madre a presentar un examen para ingresar a la UNES, determinó que el joven falleció producto de un «traumatismo cervical cerrado por estrangulamiento».
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Desde la medicatura forense de Bello Monte su madre, Andreína Blanco, consternada después de haber visto el cuerpo de su hijo, contó a los medios que al joven «lo estrangularon y le quitaron las uñas».
“Le quitaron las uñas de las manos y luego lo estrangularon. Por qué le hicieron eso a mi hijo. Él solo vino a Caracas a formarse para ser un buen funcionario. No entendemos qué pasó”, dijo entre sollozos su madre, reseñó La Nación.
Las autoridades hallaron el cuerpo del joven de 18 años de edad en el río Guaire el pasado 23 de agosto; y tras la autopsia realizada se determinó que el joven tenía signos de tortura y estrangulamiento.
Lo que sucedió
La víctima viajó a Caracas desde el estado Amazonas con su progenitora para presentar su examen de admisión en la Universidad Experimental de la Seguridad (UNES).
Según el portal Todos Ahora, el joven salió temprano desde la casa de un familiar donde se estaban quedando, ubicada en el sector Capuchinos de la parroquia San Juan, para estar en la sede de la UNES.
Blanco fue a hacer el registro para la prueba psicológica, que sería al siguiente día, pero nunca llegó. La madre le insistió para acompañarlo a la universidad, pero él se negó porque deseaba desenvolverse solo por la ciudad.
Pasada unas horas, la mujer intentó comunicarse con su hijo, pero no lo logró. “Me dijo que no, que me quedara tranquila, que él me iba a demostrar que, si podía desenvolverse en la ciudad, y se fue”.
El teléfono, la clave
Tras varias horas de angustia, Andreina Blanco recibe un mensaje de su hijo: “Horita voy”, pero en vez de tranquilizarla, la preocupó más porque Luis Octavio no escribía con errores ortográficos.
Horas después, el joven llamó a su progenitora para indicarle que se había perdido; y solo dio como referencia un cartel que decía autopista Valle-Coche y agregó que se estaba quedando sin batería.
La víctima tenía un teléfono analógico y no podía tomar fotos, pero lo que más asusto a esta madre es que “en esa llamada él habló muy raro, como si estuviese coaccionado o bajo los efectos de algo”, dijo.
Así ella y sus familiares iniciaron la búsqueda de Luis Octavio, pero no lo encontraron. Fueron a la Universidad y tampoco llegó al registro y procedieron a realizar la denuncia.
Una llamada y lo encontraron
El pasado 25 de agosto una persona atendió una llamada de su teléfono. Se trató de un hombre que labora como recolector en una unidad de transporte público en Plaza Venezuela; y quien explicó que el celular se lo había comprado a un indigente de la zona.
A los dos días, los cuerpos de seguridad encontraron el cuerpo sin vida de una persona con las características del joven.
Una de sus tías se trasladó a la morgue de Bello Monte para identificar el cuerpo que presentaba signos de tortura y estrangulamiento y despojado de todas sus prendas.
Con información de Impacto Venezuela