Para el diputado a la AN y economista, Tony Boza “en Venezuela lo que hay es un mecanismo de asignación de divisas que denominan erróneamente el mercado”.
Para el diputado a la Asamblea Nacional y economista, Tony Boza, en el país no hay realmente un mercado de divisas. “En Venezuela lo que hay es un mecanismo de asignación de divisas que denominan erróneamente el mercado”, aseveró.
Boza explicó que para que exista un mercado de divisas, como el resto de los países latinoamericanos, debe existir un grupo de ofertantes y demandantes. El primero trata de buscar el precio más alto para poder vender, mientras que el demandante busca el menor precio para obtener la mayor cantidad de divisas, lo que hace que se forme el precio de equilibrio.
“Cuando el Banco Central de Venezuela (BCV) interviene ofertando prácticamente el 100% de las divisas que se comercian en ese ‘mercado’ lo hace con la intención de detener el alza del dólar ‘y eso es contrario a la lógica del mercado cambiario’”, remarcó.
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Argumentó que ese mecanismo le conviene a los comerciantes, quienes adquieren dólares a bajos costos y cuando van a adquirir sus productos no hacen la relación de cuanto les cuesta el dólar en la mesa de cambio que habilita el BCV en las distintas bancas comerciales; sino que lo ponen a un precio mayor para generar más ganancias.
El economista recordó que entre los años 2011 y 2012 el Estado venezolano inyectó 64.400 millones de dólares a través del Sistema de Transacciones con Títulos Valores en Divisas (Sitme) y la Comisión Nacional de Administración de Divisas (Cadivi), a una referencia de 5,6 bolívares por dólar. “Los comerciantes vendían los productos tres veces más de lo que les costaban los dólares”, indicó.
“Con solo utilizar el dólar que ellos compraban a un precio barato, pero pasaban la mercancía a dólar paralelo, ya por esa transacción llamada ‘bicicleta financiera’, los comerciantes obtengan un 300% de ganancia, solo con el manejo de la divisa, excluyendo la ganancia del producto”, destacó.
Esta es una de las razones por las que Boza asegura, no hay un mercado cambiario en Venezuela, sino un mecanismo distorsionado que perjudica al Estado; favoreciendo al sector privado que no está produciendo.
Por tal razón manifestó que se propone crear un presupuesto en divisas, como en el año 2003 para que las divisas públicas las utilice el Estado para el desarrollo nacional y hacerle préstamos a los empresarios, que realmente produzcan y no a aquellos empresarios que solo buscan obtener beneficios a través de la bicicleta financiera.