Al menos 50 personas han muerto en lo que las autoridades han catalogado la peor tormenta de nieve en la historia.
El número de muertos por una tormenta de nieve aumentó a 27 en el oeste de Nueva York, informaron el lunes las autoridades. La región evaluaba los estragos de uno de los peores desastres meteorológicos de su historia. Gran parte del resto de Estados Unidos se vio afectada por las duras condiciones invernales.
Las personas que perdieron la vida en los alrededores de Buffalo fueron encontradas en coches, casas y bancos de nieve. Algunos murieron mientras quitaban la nieve; otros, cuando los equipos de emergencia no pudieron responder.
El presidente Joe Biden dijo que sus oraciones estaban con las familias de las víctimas, y ofreció ayuda federal al estado.
En todo el país, la tormenta de nieve es responsable de al menos 50 muertes, y las labores de rescate y recuperación continuaban el lunes.
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El ejecutivo del condado de Erie, Mark Poloncarz, describió la tormenta de nieve como “la peor de nuestras vidas”. Podría haber más muertos. Algunas personas quedaron atrapadas en sus coches durante más de dos días, indicó.
Esperan mejoría del clima
“Es una situación horrible en la que podemos ver la luz al final del túnel. Pero todavía no es el final”, manifestó el lunes. El Servicio Meteorológico Nacional informó que otro 23 centímetros de nieve podría caer en algunas zonas para el martes.
Los científicos afirman que la crisis del cambio climático puede haber contribuido a la intensidad de la tormenta. Eso se debe a que la atmósfera puede transportar más vapor de agua, que actúa como combustible. Dijo Mark Serreze, director del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de la Universidad de Colorado, campus Boulder.
La ventisca se abatió sobre el oeste de Nueva York el viernes y el sábado, dejando varados a los automovilistas, cortando el suministro eléctrico e impidiendo que los equipos de emergencia llegaran a casas heladas y coches atascados.
Dado que muchas tiendas de comestibles están cerradas en la zona de Buffalo. Algunas personas suplicaron en redes sociales donaciones de alimentos y pañales.
La ferocidad de la tormenta puso a prueba una zona acostumbrada a las nevadas.
“No importa que hubiera 1.000 equipos y 10.000 personas más, no se podría haber hecho nada en ese periodo. Fue así de malo”, señaló Poloncarz, el funcionario del condado. “Sé que a la gente le cuesta creerlo, pero era como mirar una pared blanca durante 14 o 18 horas seguidas”.
Sin embargo, esta semana llegará algo de alivio, ya que se pronostica un lento aumento de las temperaturas, según Ashton Robinson Cook, meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional.