Este miércoles, diversos sindicatos del transporte público en Perú llevaron a cabo un paro nacional con el propósito de exigir a las autoridades mayores medidas de seguridad ante el incremento de extorsiones, amenazas y homicidios por parte de grupos delictivos.
El gobierno ha calificado a los gremios de transportistas como “informales”.
Además, en su protesta, contarán con el respaldo de sectores como los comerciantes de los emporios de Gamarra y el Mercado Central en Lima, el gremio de conductores de mototaxis, una federación minera y la agrupación de familiares de víctimas de protestas antigubernamentales en los años. 2022 y 2023.
Ante la posible afectación en las primeras horas de la mañana, la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana decidió que las clases en los centros educativos de la capital se llevarán a cabo de forma remota para garantizar la seguridad de estudiantes, docentes y personal administrativo.
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Por su parte, el ministro de Educación, Morgan Quero, describió la protesta de los transportistas como minoritaria y con vínculos políticos, postura que fue rechazada por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), quien recomendó a los trabajadores adoptar medidas flexibles para los trabajadores, priorizando el trabajo remoto en caso de dificultades de movilidad.
En relación con las movilizaciones recientes, la presidenta Dina Boluarte enfatizó que los paros no son la solución a la inseguridad en el país.
En Trujillo, a más de 560 kilómetros al norte de Lima, se realizó una acción similar al martes pasado, afectando el transporte público, mercados y clases.
La Federación de Trabajadores en la Construcción Civil y la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) tienen programada una manifestación en Lima el jueves 24 de octubre para instar a los poderes estatales a intensificar la lucha contra el crimen.
Con información de Telesur
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