Víctor Pérez, de Emtrasur, aseguró que al momento de comprar la aeronave en 2021, una de las cláusulas del contrato de compraventa incluía la asistencia técnica.
Un tripulante del avión de carga iraní-venezolano que se encuentra retenido en Argentina negó este lunes que el motivo de viajar al país tuviera una intención oculta y pidió que se les permita poder continuar con su trabajo.
La justicia argentina investiga posibles vínculos con el terrorismo internacional.
“Nosotros no vinimos aquí con ninguna intención oculta ni nada oscuro. Mostramos todas las pruebas de nuestro trabajo y de lo que nosotros vinimos a hacer. La aeronave la revisaron las autoridades y no encontraron algo que les llamara la atención”, explicó Víctor Pérez, gerente general de operaciones de la compañía estatal venezolana Emtrasur, en declaraciones a Radio con Vos.
Pérez, que junto al resto de los tripulantes se encuentra alojado en un hotel de Ezeiza sin poder salir de Argentina, pero con libertad de movimiento dentro del país, solicitó que “se diga la verdad” del caso. Asimismo, advirtió que esta situación puede terminar con las operaciones de la empresa y con sus puestos de trabajo.
Sin combustible
El avión, un Boeing 747 Dreamliner de carga, fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur, filial de Conviasa, empresas que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Presuntamente para trasladar cargamento a una empresa automotriz, la aeronave ingresó en Argentina el pasado 6 de junio procedente de México. Dos días después despegó para ir a Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en el aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires, porque el país vecino no habilitó su aterrizaje.
Pero en Argentina las petroleras no cargaron combustible al avión por temor a las sanciones de Estados Unidos.
“No tenemos cómo evaluar qué causó que no nos abastecieran combustible, a pesar de haber hecho todas las diligencias pertinentes para eso. Inclusive haber hecho los pagos respectivos”, señaló el gerente de Emtrasur.
El día 11 de junio se conoció que el gobierno argentino inmovilizó el avión, y pocos días después el juez ordenó retener los pasaportes e impedir la salida del país de los tripulantes. Así como incautar el avión para obtener más datos y qué hacía en Buenos Aires la tripulación del vuelo.
información de: El Nacional