Unos 800 miembros de la Guardia Nacional comenzaron a llegar este martes a Washington tras la orden del presidente Donald Trump de asumir el control del Departamento de Policía Metropolitana y enfrentar lo que él calificó, sin presentar pruebas, como una “ciudad sin ley”.
La medida, amparada en la Sección 740 de la Ley de Autonomía de 1973, permite al presidente tomar el mando policial por hasta 30 días en casos de emergencia, aunque ningún mandatario lo había hecho antes.
El despliegue, bajo autoridad federal, plantea interrogantes sobre los límites legales y constitucionales del uso del aparato militar en funciones de seguridad pública.
Medios como el WallStreet Journal y analistas de Associated Press señalan que esta acción puede sentar un precedente peligroso al normalizar la militarización de las calles.
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Cabe destacar que no es la primera vez que la Guardia Nacional militariza las calles; ya en junio de este año, el Gobierno federal había activado tropas en Los Ángeles para responder a protestas vinculadas con políticas migratorias.
Con información de Globovisión