Será el partido por la clasificación, Ucrania intentará de apoderarse del soñado boleto que les asegure un puesto en el Mundial de Qatar.
Lejos de los campos de batalla y los invasores rusos, los jugadores ucranianos eximidos del servicio militar tratan de culminar su misión de llevar a su país a la Copa Mundial.
Al prepararse a enfrentar a Gales este domingo en partido por la clasificación, tendrán como aliento en su vestuario en Cardiff una bandera enviada por los soldados en el frente.
Desde el miércoles, cuando Ucrania venció a Escocia en la semifinal, los jugadores intercambian mensajes con amigos que defienden a su país en una guerra que ha superado los 100 días.
“Todos esperamos que muy próximamente Ucrania se libere. Y además vuelva a ser un país independiente”, dijo el mediocampista Oleksandr Karavayev.
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“Este es un gran estímulo positivo y provoca emociones positivas porque todos creen y ven cómo el mundo entero está unido en torno a nosotros”.
El jugador del Dínamo de Kiev tiene familiares en la ciudad de Jersón, que fue capturada por Rusia al inicio de la guerra.
“No pueden ver el partido porque no hay conexión ni internet”, dijo Karavayev. “Pero pueden comunicarse por mensaje y leer las noticias”.
Ucrania se clasificó por última vez a un Mundial en 2006, pero Gales ha tenido una espera aún más larga, desde 1958.
El capitán de Gales, Gareth Bale, ha expresado mucha simpatía por Ucrania. Sin embargo también una voluntad deportiva implacable de clasificarse.
Foto/ Associated Press