Los residentes de las diferentes parroquias de Coro resaltaron que el suministro de agua debería ser por lo menos interdiario, así mejoraría un poco el servicio.
El servicio de agua en la ciudad de Coro, sigue siendo un tema que genera poca satisfacción en la ciudadanía.
La presión del agua potable por tuberías, la cantidad de días y horas disponible, es algo que debería mejorar, manifestaron los entrevistados.
Hay zonas donde el servicio es constante, mientras que en otras solo llega por pocas horas, aseveran los habitantes.
En la zona este de la ciudad, principalmente los que residen en avenidas, urbanizaciones o conjuntos residenciales, enfatizan que se les está aplicando un cobro excesivo en las facturas.
Explicaron que el hecho de vivir en una urbanización, cuyas viviendas fueron compradas hace más de 30 años, no implica que sean personas que tienen buenos ingresos económicos y puedan pagar recibos de agua, electricidad y servicio de aseo con elevado precio.
Diferencias entre parroquias
La encuesta realizada este viernes 8 de julio, indicó que en zonas como Curazaíto y Zumurucuare, el servicio llega con mucha deficiencia. En la urbanización Los Libertadores, los habitantes comentaron que el agua les llega todos los días.
En la urbanización El Encanto, los residentes de esta zona, puntualizaron que el agua debería llegar por lo menos tres día a la semana y con un lapso mayor de horas.
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En la parroquia Santa Ana la situación con el servicio de agua no cambia mucho, en Pantano Abajo, San Nicolás y Cástulo Mármol Ferrer, exigen que el agua llegue con más fuerza y dure más tiempo.
Por otro lado, en la parroquia San Gabriel, algunos vecinos residentes de urbanizaciones y conjuntos residenciales privados, remarcaron que el cobro en la factura por el servicio de agua es excesivo.
Mencionaron que la hidrológica debería hacer un revisión, y cobrar el monto que indiquen los medidores.
“Mi casa la compró mi papá hace muchos años atrás, pero eso no quiere decir que porque viva en la urbanización Urupagua, tengo dinero para pagar las facturas de los servicios que vienen con monto de espanto y brinco”, admitió Ana Maseda.