Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos han estado signadas por altas tensiones diplomáticas y políticas al menos durante los últimos 22 años.
Además de denuncias de injerencia y conspiración, que en la última década se han profundizado con la imposición de sanciones de Washington contra el país sudamericano.
No obstante, a partir del año 2021 Caracas inició formalmente un proceso de diálogo y negociación política con sectores de la oposición local, que pasa necesariamente por conversaciones con enviados del Gobierno de Estados Unidos. Lo que ha mitigado las consecuencias del conflicto entre Venezuela y Estados Unidos.
Dicho proceso de negociaciones, que en algunas épocas se ha suspendido por diferencias profundas entre las fuerzas que lo protagonizan, últimamente alcanzó un acuerdo en Barbados que resultó en el levantamiento de algunas sanciones aplicadas a Venezuela por parte de la Casa Blanca.
Para el profesor de ciencias sociales y sociología de la Universidad de Carabobo César Torres, las relaciones entre los dos países se encuentran en una “tensa calma”, debido a que al país norteamericano le conviene contar con un suministro seguro y cercano de hidrocarburos y Venezuela ofrece una posición privilegiada en ese sentido.
“Estados Unidos está viendo el mapa geopolítico completo y eso implica que comience a existir la posibilidad de apuntar hacia una mayor normalización de sus relaciones con Venezuela, dado que el suministro que requiere esa nación se ve comprometido por los conflictos armados en otras partes del mundo”, dijo Torres.
Por otro lado, resaltó que Caracas se ha manifestado “de puertas abiertas a la inversión estadounidense, dado que el Gobierno venezolano también sabe de la necesidad de Estados Unidos, pero también tiene una gran necesidad de normalizar su economía interna”.
El también cursante del doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad de Carabobo dijo a Xinhua que, en consecuencia, las relaciones entre ambos países se encuentran “en un momento definitorio” que podría significar un cambio notable en la política exterior de Estados Unidos hacia Venezuela o implicar una profundización de las tensiones y de las sanciones.
Relación entre Venezuela y Estados Unidos actualmente
En octubre pasado, producto del proceso de diálogo que se ha mantenido, Estados Unidos anunció el levantamiento temporal de las sanciones a las actividades petroleras, gasíferas y auríferas de Venezuela.
Dicho anuncio ocurrió apenas meses después de la firma de un acuerdo parcial entre la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y la transnacional estadounidense Chevron, que reinició sus operaciones en el país sudamericano.
La Cámara Venezolano-Americana de Comercio e Industria (VenAmCham) informó el 13 de septiembre que, tras la reanudación de las operaciones de la petrolera estadounidense Chevron en territorio venezolano, se incrementó notablemente la exportación de Venezuela a Estados Unidos.
Las exportaciones petroleras de Venezuela y Estados Unidos 2023 registraron un monto total de 1.209 millones de dólares durante el primer semestre del año en curso.
Pese a estos elementos que parecieran indicar que las citadas relaciones se están normalizando, también han persistido altas tensiones entre ambos países que también podrían estar dibujando un futuro estancamiento del proceso de diálogo.
Para Torres, “el principal obstáculo de la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela está resumida en su doctrina de opresión, de control y hegemonía sobre las demás naciones, no han podido aceptar que dialogan y negocian con una nación soberana”.
“Estados Unidos parece no darse cuenta de que ya no estamos en la mitad del siglo pasado y pretende seguir aplicando arbitrariamente su control directo o indirecto sobre otros países; se niega a negociar con respeto en América Latina”, destacó el docente.
Pese a los parciales avances, la retórica política entre ambos países sigue registrando en los medios de comunicación un relato de enfrentamiento entre las partes.
Injerencia norteamericana
Venezuela y Estados Unidos conflicto. Caracas ha denunciado que la Casa Blanca persiste en su política injerencista de pretender incidir en los asuntos internos del país sudamericano. Para Venezuela, la intromisión se refleja en las declaraciones de los voceros del Departamento de Estado, pero también en provocaciones del Comando Sur en la región, cerca de las fronteras de la nación venezolana.
Venezuela y Estados Unidos hoy. Durante el último trimestre del 2023, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha declarado varias veces la “plena disposición” de su país a entablar relaciones mutuamente beneficiosas con Estados Unidos. Las declaraciones no han tenido respuesta pública por parte de la Casa Blanca.
El país todavía padece la presión de las sanciones estadounidenses que afectan de forma notable, según voceros oficiales, la calidad de vida de la población.
Para el año entrante están previstas, constitucionalmente, las elecciones presidenciales en Venezuela.
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Los referidos comicios serán definitorios para el país sudamericano y pudieran desarrollarse en un contexto de regularización de las relaciones con Estados Unidos, el levantamiento de otras sanciones y el mejoramiento de la economía venezolana o, por el contrario, pueden enmarcarse en un estancamiento de las conversaciones y una profundización de las tensiones bilaterales.
Para Torres, “lo realmente beneficioso y práctico para ambos países es apegarse al diálogo, entablar acuerdos para el año 2024 mutuamente beneficiosos y normalizar las relaciones sin renunciar a las diferencias, pero existe un debate dentro de la élite estadounidense, entre profundizar la hostilidad hacia Venezuela o sencillamente centrarse en acuerdos prácticos”.
Con información de Xinhua
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