Este Viernes de Concilio, previo al Domingo de Ramos, es considerado por la iglesia católica como la preparación para vivir la Semana Santa.
En esta oportunidad la iglesia también celebra el Viernes de los Dolores, tradición católica anual que conmemora los sufrimientos de la Virgen María al ver morir a su hijo Jesús en la cruz.
La Diócesis de San Fernando de Apure publicó en su portal que la tradición nació en 1472 y se mantiene en muchas comunidades como expresión de la devoción popular. Sin embargo, dejó de ser obligatoria en 1969 para dar importancia al significado del Viernes de Concilio, nombre de la liturgia oficial del día, que recuerda el concilio (asamblea) donde se decidió dar muerte a Jesús.
Misa de Concilio y procesión de Nuestra Señora de los Dolores
Junto a la misa de concilio, la tradición principal del Viernes de Dolores es la procesión de Nuestra Señora de los Dolores.
Esta advocación es llamada también La Dolorosa, Virgen de la Piedad, Virgen de la Amargura o Virgen de las Angustias. La procesión es organizada por hermandades y cofradías devocionales que velan por preservar la tradición y sus valores.
El Viernes de Dolores se conmemora el último viernes de la cuaresma, es decir, antes de la Semana Santa. Es parte de las conmemoraciones del Viernes de Concilio. En tanto que depende de la Semana Santa, su fecha varía de año en año.
La fecha de la Semana Santa (y el Viernes de Dolores) cambia anualmente porque se calcula en función del equinoccio de primavera y el calendario lunar, al igual que la Pascua judía.
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La advocación de Nuestra Señora de los Dolores representa los sufrimientos que María experimentó durante la vida, pasión y muerte de Jesús.
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